Elías Tigua, un hombre que se dedicaba al taxismo, fue asesinado la tarde de este jueves 1 de mayo en el barrio Urbirríos 1, en Manta, cuando se bajó de su vehículo para tomar un descanso en una cancha de voleibol. El hecho se registró alrededor de las 15h30, según información preliminar.
El crimen en Urbirríos 1 ocurrió en segundos
De acuerdo con testigos, Tigua había estacionado su carro en las inmediaciones de una cancha de tierra ubicada en la zona alta del sector. Se sentó en uno de los bancos de caña que bordean la cancha, aparentemente para fumar un cigarrillo. En cuestión de segundos, fue sorprendido por dos sujetos armados, quienes se le acercaron sin mediar palabra y abrieron fuego en repetidas ocasiones.
La víctima cayó al suelo tras recibir varios impactos de bala. Según los vecinos, se escucharon más de 15 detonaciones, lo que generó pánico entre los habitantes del sector, muchos de los cuales se encerraron en sus viviendas ante el temor de verse afectados por el ataque.
Intervención policial y primeras diligencias
Minutos después del atentado, unidades de la Policía Nacional y del área de Criminalística llegaron al lugar y acordonaron la escena del crimen para evitar la alteración de evidencias. Se levantaron casquillos percutidos y se entrevistó a testigos que permanecían en el sector.
Al hoy occiso lo trasladaron al Centro Forense de Manta para la autopsia respectiva. Hasta el momento, las autoridades no han proporcionado detalles sobre los posibles móviles del crimen.
Preocupación entre los habitantes de Urbirríos 1
Vecinos de Urbirríos 1 expresaron su preocupación por la creciente violencia en el sector. Indican que la cancha, frecuentemente utilizada por jóvenes del barrio, ha sido en varias ocasiones punto de encuentro de personas ajenas a la comunidad. Solicitan mayor presencia policial y patrullaje constante en la zona.
Agentes de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida (Dinased) investigan el hecho, y buscarán determinar la identidad de los responsables y si el crimen guarda relación con otras ejecuciones ocurridas en los últimos días en el norte de la ciudad.
Escenas de dolor
Hasta el lugar del crimen llegaron familiares del joven quienes protagonizaron escenas de dolor. Su madre gritaba desconsolada y pedía a Dios consuelo. «Dime que esto es una pesadilla», decía. Por otro lado su hermana lloraba desesperada: “¡Déjame ver a mi niño!”, “¡Mi hermano, Dios mío!”.