Carlos Alberto B. R. fue sentenciado el 16 de mayo de 2025 a 34 años y 8 meses de prisión por el femicidio de su expareja, Jennifer E. Ocurrió en Atacames, Esmeraldas, en julio de 2021, luego de rociarla con un líquido inflamable y prenderle fuego mientras ella dormía. El hecho causó conmoción en la comunidad que esperaba justicia luego de este suceso violento.
Ataque premeditado en la madrugada
El hecho ocurrió el 16 de julio de 2021 en una vivienda alquilada por Jennifer E., ubicada en el sector del Parque Central de Atacames, provincia de Esmeraldas. En la madrugada, la víctima se levantó al baño y encontró a su expareja dentro de la casa, rociando un líquido inflamable. En cuestión de segundos, el agresor encendió el líquido y provocó un incendio de gran magnitud. Jennifer E. quedó atrapada en el fuego. Un vecino de 71 años que intentó socorrerla también sufrió quemaduras. Ambos fueron trasladados al hospital Juan Carlos Huasti, donde identificaron a Carlos Alberto B. R. como el responsable del ataque.
La víctima presentaba quemaduras de segundo grado en el 80 % del cuerpo. Por la gravedad de su estado, se la trasladó días después a un hospital especializado en Quito, donde falleció cinco días después del ataque.
Juicio con pruebas contundentes del femicidio
Durante el juicio, la Fiscalía presentó múltiples elementos de convicción. Entre ellos, el testimonio de los agentes policiales que asistieron a Jennifer E. cuando aún estaba con vida, el informe del médico legista, y peritajes del Cuerpo de Bomberos de Atacames y de Quito. También se presentaron declaraciones de la dueña del inmueble y del perito bombero que investigó las causas del incendio. Todos los indicios apuntaron a una acción deliberada, motivada por una relación previa y conflictiva entre el victimario y la víctima.
Con base en las pruebas, el Tribunal de Garantías Penales declaró culpable a Carlos Alberto B. R. y le impuso la pena máxima agravada por el delito de femicidio, de acuerdo con el artículo 141 del Código Orgánico Integral Penal (COIP). Además de la sentencia, el Tribunal ordenó el pago de 100.000 dólares como reparación integral para la familia de Jennifer E., así como una multa equivalente a 1.333 salarios básicos unificados.
El femicidio, tipificado en Ecuador desde 2014, es considerado una de las formas más extremas de violencia de género. Este caso se suma a una larga lista de crímenes de género que continúan generando alarma y reclamos por justicia en la sociedad ecuatoriana (31).