La Asociación de Cervecerías Artesanales del Ecuador (Asocerv) reporta caídas de ventas de hasta el 50%.
Esta norma afecta gravemente sus ingresos. Por ello, piden reducir las horas de prohibición para aliviar el impacto económico.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) impone la Ley Seca antes de elecciones. Esta medida prohíbe vender, distribuir y consumir alcohol durante al menos 36 horas. Para la segunda vuelta presidencial del 13 de abril, inicia el viernes 11 a las 12:00. Termina el lunes 14 al mediodía.
La restricción genera multas altas. Quienes la incumplen pagan el 50% del salario básico unificado. Sin embargo, el sector cervecero sufre más allá de sanciones. La paralización de 72 horas detiene negocios. Esto afecta especialmente a cervecerías artesanales, turismo y gastronomía.
Pérdidas del sector superan los 15 millones de dólares por cada Ley Seca
Asocerv estima pérdidas de USD 15 millones por cada Ley Seca. Además, bares, hoteles y locales de entretenimiento enfrentan caídas similares. En cinco años, suman 24 días de cierre. Estas interrupciones acumulan más de USD 112 millones en pérdidas para la economía ecuatoriana.
Por esta razón, Asocerv busca soluciones. Ellos proponen dialogar con la Asamblea Nacional. Su objetivo es acortar el tiempo de la Ley Seca. Por ejemplo, sugieren limitarla a 24 horas. Esto reduciría el impacto en pequeños negocios y empleos locales.
El sector cervecero artesanal impulsa el turismo. También genera miles de empleos directos e indirectos. Sin embargo, las restricciones prolongadas amenazan su estabilidad. Los productores piden equilibrio. Quieren respetar las normas electorales, pero necesitan proteger su economía.
Asimismo, Asocerv destaca la importancia de la sensibilización. Planean campañas para informar sobre el impacto de la Ley Seca. Además, buscan aliados en otros gremios. Juntos, esperan convencer a las autoridades de ajustar la normativa sin afectar los comicios.
El sector confía en encontrar soluciones. La Ley Seca cumple un propósito, pero su duración actual daña la economía, por ello un diálogo constructivo beneficiará a todos. Reducir las horas de prohibición fortalecerá al sector cervecero y al país.