El mayor flujo histórico de remesas en Santo Domingo llegó en 2024, según cifras del Banco Central del Ecuador.
Se trata de uno de los envíos de dinero más significativos de los últimos 17 años, conseguidos por migrantes ecuatorianos residentes en 227 países, principalmente en Estados Unidos, España, Italia, Reino Unido y México. El cantón de la provincia Tsáchila captó $110,7 millones en 2024, de acuerdo con el Banco Central. Esto es un 39% más que lo recibido en 2023, cuando se obtuvo $79,8 millones de dólares.
Entre el 2007 y 2022, el monto de las remesas enviadas a Santo Domingo fueron variables, es decir, no tuvieron un flujo sostenido. Por ejemplo, el 2015 fue el año que menos dinero se envío, con 37,3 millones de dólares. Nueve años más tarde, la cifra casi se triplicó.

Remesas en Santo Domingo ocupan cuarto lugar
De acuerdo con el ranking nacional, Santo Domingo ocupó el séptimo lugar en 2024 entre las ciudades que más remesas recibieron. En los primeros puestos se ubicaron Guayaquil con $1.770 millones dólares, Quito con $999 millones dólares y Cuenca con $858 millones de dólares.
Aunque el monto recibido por Santo Domingo es inferior al de estas ciudades, su impacto es significativo. El presupuesto municipal de Santo Domingo en 2024 fue de $123 millones, lo que significa que el dinero proveniente de remesas equivale al 90% de ese presupuesto.
Esto convierte a las remesas en una inyección económica tan importante como las rentas fiscales y recaudaciones tributarias locales.
Estados Unidos, el país que más remesas envía
Los datos también muestran de dónde provienen las remesas que ingresan al país. En 2024, el principal emisor fue Estados Unidos, con $4.804 millones en total para Ecuador. Las remesas en Santo Domingo también llegaron desde ese país. Le siguen España ($1.020 millones), Italia ($163 millones), Reino Unido ($99 millones) y México ($83 millones).
Lorena Andrade, presidenta de la Asociación de Migrantes Retornados (AMES) de Santo Domingo de los Tsáchilas, explicó que el dinero que llega del exterior es vital para miles de familias en la ciudad. Se usa para pagar alquileres, estudios, deudas y comida. Muchas veces, es el único ingreso fijo que tienen. Aseguró que las remesas se envían en su mayoría cada mes o cada quincena. Los montos van desde los $100 hasta los $500 dólares por familia, según el tipo de empleo y la estabilidad que tenga el migrante en el exterior.
Remesas en Santo Domingo dan un respiro
La presidenta de AMES también señala que las remesas no solo alivian a las familias, sino que sostienen una cadena de microeconomía local. “Ese dinero llega y se gasta en tiendas, taxis, ferias, colegios. Mueve el comercio, aunque sea desde las sombras.” Esa observación coincide con un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que indica que más del 60% de las remesas que llegan al Ecuador se destinan exclusivamente a la manutención familiar. Es decir, no son recursos de ahorro o inversión, sino de consumo directo.
Este contexto cobra mayor relevancia ante una nueva medida que se discute en Estados Unidos. El pasado 22 de mayo de 2025, la Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley que incluye un impuesto del 3,55% a las remesas enviadas desde ese país. La propuesta, conocida como parte del paquete “gran y hermoso proyecto de ley” del partido Republicano, deberá ahora ser debatida en el Senado. De aplicarse, afectaría directamente a miles de migrantes y sus familias en Ecuador. “Sería un golpe terrible. Ya con dificultad se mandan $200 o $300. Imagínese que de eso te descuenten más,” lamenta Andrade.
Así se distribuyen las remesas
En Santo Domingo, se estima que una de cada cinco familias recibe algún tipo de remesa, lo que convierte a estos fondos en un factor clave de la economía popular. No se ven, no se graban en video, no hacen ruido, pero permiten que muchas personas sigan pagando cuentas, estudiando o alimentándose.
Así opina Luis Rodríguez, un migrante retornado desde Estados Unidos, hace dos años. Para la Asociación AMES, el reto ahora es buscar mecanismos para que una parte de esos recursos pueda destinarse a ahorro o emprendimiento, y no se disuelva completamente en el consumo inmediato(21).