Un operativo interinstitucional en Santo Domingo resultó en la caída de Wilson Proa, un comerciante informal de 65 años, quien intentaba recuperar su mercadería confiscada. Este incidente ocurrió en la avenida 29 de Mayo y calle Tulcán, en el centro de la ciudad, donde el Municipio trabaja en controlar el comercio informal.
Wilson Proa, quien se dedica a la venta de ropa para perros, intentó subir a la camioneta donde era trasladada su mercadería confiscada. Testigos afirman que fue sujetado por agentes, lo que provocó su caída al pavimento. Proa ha denunciado que esta mercadería representa su único sustento, ya que es responsable del mantenimiento de su hija y su esposa enferma.
Otros comerciantes informales expresaron su descontento, calificando el trato de las autoridades como injusto. Un vendedor anónimo comentó: “Nos quitan nuestro trabajo, pero no hacen nada contra los robos”, subrayando una percepción de desigualdad en los controles. Los afectados también señalaron que deben pagar multas elevadas para recuperar sus productos, lo que agrava su situación económica.
La respuesta del Municipio
El alcalde Wilson Erazo, en una rueda de prensa, defendió los operativos, asegurando que su objetivo es mantener el orden en la ciudad. Declaró: “No mandamos a atropellar a nadie, pero el comercio debe ordenarse”. Erazo destacó la existencia de cuatro mercados nuevos, incluyendo uno próximo a inaugurarse en el sector La Cadena, destinados a la reubicación de los comerciantes. También instó a los ciudadanos a no comprar productos en las calles debido a riesgos para la salud pública, como la contaminación de alimentos.
Por su parte, Anthony Rivilla, director de Mercado y Comercio, explicó que se le ofreció a Proa la reubicación; sin embargo, Proa negó haber recibido propuestas formales, afirmando que “no nos han dicho nada”. Los comerciantes, incluyendo la familia de Proa, continúan realizando trámites para recuperar su mercadería, sin un proceso claro por parte de las autoridades.
El operativo es parte de una estrategia municipal para regular el comercio informal, que según Erazo, genera congestión y afecta la salud pública. No obstante, los comerciantes denuncian una falta de diálogo y de soluciones reales, como el acceso a locales comerciales formales.
El comercio informal, el talón de Aquiles
En Santo Domingo, el comercio informal es una fuente de ingresos crucial para miles de familias, pero su presencia en espacios públicos genera conflictos con las autoridades. La avenida 29 de Mayo es un punto crítico debido a su alta actividad comercial, especialmente durante las fiestas locales. La municipalidad promueve la formalización a través de mercados como el de La Cadena, pero, según denuncias, persiste la falta de coordinación y comunicación con los vendedores.
Wilson Proa y su familia han rechazado el trato recibido, exigiendo respeto y soluciones. Proa expresó: “La vida está dura, salimos a trabajar por nuestros hijos”, solicitando sanciones para los responsables. Los comerciantes insisten en que están dispuestos a formalizarse si se les ofrecen alternativas viables, pero denuncian que las autoridades no cumplen sus compromisos (21).