La cúrcuma, conocida por su uso culinario y medicinal, está bajo la lupa de científicos que investigan sus efectos en la salud humana desde hace décadas, principalmente en países como Estados Unidos e India, para determinar cómo su compuesto activo, la curcumina, puede prevenir o tratar diversas afecciones.
La cúrcuma (Curcuma longa), una planta originaria del sudeste asiático, contiene curcumina, un polifenol que ha captado la atención de la comunidad científica. Estudios publicados en revistas como Journal of Medicinal Chemistry (2017) han analizado sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. En un ensayo clínico de 2012, realizado por la Fundación para la Artritis de Estados Unidos, se encontró que dosis de 800 mg de cúrcuma al día redujeron la inflamación en pacientes con artritis de rodilla, con resultados comparables al ibuprofeno.
Propiedades antiinflamatorias y antioxidantes
Investigaciones del Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU. (2025) indican que la curcumina interfiere en vías celulares relacionadas con la inflamación y el estrés oxidativo. Un estudio en 30 mujeres con cáncer de mama, publicado el 14 de enero de 2025, mostró que 2,000 mg diarios de curcumina oral disminuyeron la gravedad de la dermatitis por radiación durante la radioterapia. Sin embargo, los autores advierten que los ensayos son preliminares y requieren mayor escala para confirmar eficacia.
La capacidad antioxidante de la cúrcuma también se ha vinculado a la protección hepática. Según un análisis de Medical News Today (2021), la curcumina podría prevenir el daño hepático inducido por toxinas, un hallazgo relevante para pacientes con tratamientos prolongados como los de diabetes.
Efectos de la cúrcuma en el cáncer y la digestión
La curcumina ha sido estudiada como terapia complementaria contra el cáncer. El Instituto Nacional del Cáncer reporta que, en laboratorio, inhibe el crecimiento de células tumorales de páncreas, próstata y mieloma múltiple. No obstante, ensayos humanos, como los citados en www.cancer.gov (2025), muestran resultados mixtos: algunos pacientes mejoraron con dosis altas, mientras otros no registraron cambios significativos.
En el sistema digestivo, la cúrcuma estimula la producción de ácido gástrico, lo que beneficia a algunos, pero un estudio de 2024 en Clínica Mayo señala que dosis elevadas causaron molestias gastrointestinales en un tercio de los participantes, llevando a su abandono en tratamientos oncológicos.
Opinión experta y precauciones
La doctora María Dolores Mesa, investigadora en nutrición de la Universidad de Granada, España, explica: “La curcumina tiene potencial antiinflamatorio y antioxidante, pero su baja biodisponibilidad limita los efectos si no se combina con piperina o grasas”. Advirtió que personas con cálculos biliares o en tratamiento anticoagulante deben consultar a un médico antes de consumirla.
Recomendaciones para la cúrcuma
Originaria de India, la cúrcuma se usa desde hace siglos en la medicina ayurvédica. Hoy, su popularidad crece en suplementos y dietas saludables. Aunque la FDA no la aprueba como tratamiento, está disponible como suplemento alimenticio. Los expertos recomiendan 1-3 gramos diarios en polvo como dosis segura en la dieta, pero sugieren supervisión médica para cantidades mayores.
