El Tribunal Supremo de Rusia aprobó este miércoles la inclusión del satanismo en la lista de organizaciones “extremistas”, motivo por el que ordenó la prohibición de este tipo de actividades en el país, tras aceptar la petición presentada a tal fin por la Fiscalía rusa.
Fiscal general asegura que el satanismo se fundamenta en el “odio”
La propia Fiscalía indicó en un comunicado en su cuenta en Telegram que el Supremo aceptó la petición del fiscal general, Igor Krasnov, quien sostuvo que “el movimiento se fundamenta en la ideología extremista, el odio y la hostilidad hacia las confesiones religiosas tradicionales”, de cara a la prohibición del “movimiento satánico internacional”.
“Sus miembros abogan públicamente por el extremismo, así como por la destrucción, el daño y el vandalismo en iglesias ortodoxas, capillas, cruces, entre otros”, sostuvo. Agregó que estas personas “usan símbolos y atributos y llevan a cabo rituales ocultos”.
Asimismo, resaltó que “sus conceptos base están fundamentados en publicaciones reconocidas como materiales extremistas. Añadió que “el movimiento está estrechamente vinculado con manifestaciones de nacionalismo radical y neonazismo”. “Además de asesinatos rituales, los participantes cometen otros crímenes, también contra menores”, zanjó.
Lo compararon con el nazismo y el movimiento LGBTQ+
La decisión llega después de una mesa redonda celebrada en abril en la Cámara Baja del Parlamento centrada en combatir el “satanismo”. Allí, éste fue comparado con el nazismo y el movimiento LGBTQ+, según el diario ruso ‘The Moscow Times’.
Así, los participantes afirmaron que el objetivo de este movimiento era destruir los valores tradicionales como parte de una “guerra híbrida” occidental.
¿Qué es el satanismo?
El satanismo es una práctica o creencia que varía según el contexto cultural e histórico, asociada en muchos casos a la veneración o simbolismo de Satanás. Su origen se remonta a interpretaciones cristianas medievales, donde Satanás, figura del mal en la Biblia, comenzó a ser representado como un ente opuesto a Dios. Durante la Edad Media (siglos V-XV), la Iglesia Católica vinculó prácticas paganas y herejías al culto satánico, aunque no hay evidencia histórica sólida de organizaciones dedicadas a ello en esa época.
En el mundo moderno, el satanismo se diversifica. En 1966, Anton Szandor LaVey fundó la Iglesia de Satán en Estados Unidos, promoviendo un satanismo ateo que usa a Satanás como símbolo de individualismo y hedonismo. Sin embargo, no cree en su existencia literal. Otro grupo, el Templo Satánico, surgido en 2013, enfatiza el satanismo como filosofía secular, enfocada en derechos individuales y crítica a la religión organizada.
Globalmente, el satanismo no tiene una estructura unificada. En Europa y América, se registra presencia de estos movimientos, mientras que en otras regiones como Asia o África es menos común. Su percepción varía, desde culto religioso hasta malentendido cultural. (13).
