Los aranceles adicionales del 125% a productos chinos, anunciados por el presidente Donald Trump este miércoles 9 de abril de 2025, incrementarán los precios de ropa y calzado en Estados Unidos, en respuesta a represalias comerciales de China, debido a la alta dependencia de importaciones desde Asia.
El gobierno de Trump intensificó su guerra comercial con China al imponer este castigo a todas las importaciones. Esta medida, advierte que los costos afectarán directamente a bienes de consumo masivo, como textiles y calzado.
La Asociación Americana de Ropa y Calzado reporta que el 97% de la ropa y el 99% del calzado vendidos en EE.UU. son importados. Y sí, tiene a China como uno de los principales proveedores. En 2024, Estados Unidos importó bienes textiles y calzado desde ese país por un valor de 25.600 millones de dólares, según datos de la Oficina del Censo. Empresas como Walmart, Nike y Gap, que fabrican la mayoría de sus productos en Asia, enfrentarán un aumento en los costos de producción.
Impacto directo en los precios
Los Distribuidores y Minoristas de Calzado de América (FDRA) estiman que el precio de botas de trabajo fabricadas en China, que actualmente se venden por 77 dólares, podría subir a 115 dólares. Asimismo, zapatos deportivos producidas en la región, con un costo actual de 155 dólares, alcanzarían los 220 dólares. Para calzado infantil, un par de 26 dólares pasaría a costar 41 dólares, según cálculos del FDRA basados en los nuevos aranceles.
Las prendas de vestir no escaparán al impacto. Más del 90% de la ropa importada a EE.UU. proviene de países asiáticos, con China liderando la producción de textiles para marcas como Lululemon y H&M. El aumento arancelario podría traducirse en un encarecimiento promedio del 10% al 12% en los precios al consumidor, según analistas de UBS. Afectará especialmente a familias de bajos ingresos que dependen de minoristas económicos.
Escalada de la guerra comercial
La escalada arancelaria comenzó cuando Trump anunció un arancel universal del 10% a todas las importaciones el 2 de abril, seguido de tasas diferenciadas como el 34% a China. Beijing respondió con medidas recíprocas, elevando tensiones comerciales. El 7 de abril, Trump amenazó con un arancel del 50% adicional si China no retiraba sus gravámenes, ultimátum que no fue atendido, según confirmó el portavoz chino Lin Jian, quien afirmó que Pekín “salvaguardará sus intereses legítimos”. Ahora le impuso un 125%.
Estados Unidos carece de una industria textil interna suficiente para reemplazar estas importaciones. La FDRA señala que no existen fuentes nacionales para los 70 materiales necesarios en la fabricación de un zapato típico. Aquello imposibilita una reubicación rápida de la producción. Durante tres décadas, los precios de la ropa en EE.UU. se mantuvieron estables gracias a la deslocalización y el libre comercio, pero esta tendencia podría revertirse con los nuevos aranceles.
Reacciones y proyecciones sobre aranceles
Minoristas como TJX Companies y Ross Stores, que operan con márgenes ajustados, podrían absorber parte del costo, pero la mayoría planea trasladarlo a los consumidores. La Reserva Federal, liderada por Jerome Powell, advirtió el 4 de abril que los aranceles podrían generar inflación persistente, afectando el poder adquisitivo. La medida de Trump, que busca equilibrar la balanza comercial, tendrá un costo directo para los hogares estadounidenses.