Una embarcación con 25 turistas y tres guías se hundió la mañana del 11 de junio de 2025 en la playa Tortuga Bay, en la Isla Santa Cruz, Galápagos. El rápido accionar de varias instituciones permitió el rescate de las 28 personas a bordo.
Playa Tortuga Bay: protocolos de emergencia
El incidente marítimo ocurrió cuando la lancha Unión II se vio comprometida en aguas cercanas a la popular playa. Inmediatamente, se activaron los protocolos de emergencia. Personal de la Capitanía de Puerto Ayora coordinó las labores.
Rescate multisectorial
El operativo de rescate contó con el apoyo fundamental del Parque Nacional Galápagos. También participaron activamente las embarcaciones turísticas privadas Invicta II, Spondylus, Isabela II y Rey Paul. El Cuerpo de Bomberos también brindó asistencia crucial en tierra. Estas instituciones trabajaron en conjunto para asegurar la evacuación de todos los ocupantes.
Los rescatados fueron evacuados de manera eficiente. El traslado se realizó tanto por vía marítima como terrestre. Cuatro de los rescatados presentaban heridas leves. Fueron trasladados al Hospital República de Santa Cruz para recibir atención médica. La Armada del Ecuador confirmó el éxito de la operación.
Acciones post-incidente
Tras el rescate de los pasajeros, las autoridades procedieron con la recuperación de pertenencias. El personal de la Capitanía encontró y llevó a puerto seguro los objetos dispersos en el agua. Esta acción minimizó pérdidas materiales para los afectados.
La Armada inspeccionó la zona del hundimiento. Confirmaron que la embarcación no presenta derrame de hidrocarburos. Sin embargo, para prevenir cualquier impacto ambiental, miembros del Parque Nacional Galápagos y Bomberos acudieron con material de contingencia. La prevención ambiental es una prioridad en este ecosistema sensible.
Medidas de prevención
Este tipo de incidentes subraya la importancia de la seguridad marítima. Las autoridades de Galápagos supervisan constantemente las embarcaciones. Esto incluye revisiones periódicas y cumplimiento de normativas. El objetivo es garantizar la seguridad de turistas y residentes en el archipiélago.
Las Capitanías de Puerto refuerzan las inspecciones. Aseguran que las embarcaciones cumplan con todos los requisitos de seguridad. Capacitaciones constantes para guías y tripulantes también son fundamentales. La colaboración entre instituciones públicas y el sector privado es clave. Protegen así la vida humana y el entorno natural.