Repatriar un cadáver a Ecuador puede costar entre 5,000 y 15,000 dólares o más, según la distancia, los trámites legales, los servicios funerarios, el transporte aéreo y los impuestos aplicables. Este proceso, que enfrentan numerosas familias ecuatorianas con seres queridos fallecidos en el exterior, implica desafíos logísticos y financieros significativos, especialmente para quienes carecen de seguros de decesos que cubran estos gastos.
El costo de la repatriación varía según varios factores. La distancia es determinante: trasladar un cuerpo desde países de la Unión Europea suele ser menos costoso que desde continentes como América del Norte o Asia debido a las tarifas de transporte aéreo. Por ejemplo, un vuelo desde Estados Unidos puede superar los 10,000 dólares, incluyendo un ataúd especial para transporte que cumple con normativas internacionales. Además, los servicios funerarios, como el embalsamamiento y la preparación del cuerpo, pueden añadir entre 2,000 y 5,000 dólares, dependiendo del país donde ocurrió el fallecimiento.
Los trámites y sus costos
Los trámites administrativos también incrementan los costos. Obtener certificados de defunción, permisos de transporte y autorizaciones consulares requiere tiempo y pagos adicionales, que varían según las regulaciones locales. Por ejemplo, en Estados Unidos, los costos de documentación pueden oscilar entre 500 y 1,500 dólares, según el estado. Los impuestos y aranceles, que dependen de los acuerdos bilaterales entre Ecuador y el país de origen, representan otro gasto significativo. Especialmente en casos donde no hay exenciones para repatriaciones.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador reportó que en 2024 se gestionaron más de 200 repatriaciones de ciudadanos fallecidos en el exterior, con un costo promedio de 10,000 dólares por caso. Las embajadas y consulados ecuatorianos ofrecen orientación en el proceso, pero no cubren los gastos, dejando la carga financiera a las familias. Empresas especializadas en repatriación funeraria, como Funeraria Internacional o Servicios Globales, son recomendadas para obtener presupuestos personalizados y coordinar los trámites, aunque sus tarifas suelen ser elevadas.
Un seguro de decesos o de viaje puede aliviar esta carga
Según datos del sector asegurador, aproximadamente el 20% de los ecuatorianos migrantes cuentan con pólizas que incluyen cobertura de repatriación, lo que puede reducir los costos a cero en algunos casos. Sin embargo, la mayoría de las familias no cuentan con este respaldo. Eso les obliga a recurrir a ahorros, préstamos o actividades solidarias, como rifas o colectas, para reunir los fondos necesarios.
Una alternativa más económica es la cremación y el traslado de cenizas, que puede costar entre 1,500 y 3,000 dólares, significativamente menos que repatriar un cuerpo. Sin embargo, muchas familias ecuatorianas prefieren el entierro tradicional por motivos culturales o religiosos, lo que eleva la prioridad de repatriar el cuerpo completo. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en 2023 más de 150,000 ecuatorianos emigraron, muchos a Estados Unidos, España y Chile. Esto incrementa la probabilidad de casos de repatriación.
El contexto migratorio resalta las dificultades de las familias ante tragedias inesperadas
La falta de información sobre los trámites y los altos costos generan angustia, especialmente en comunidades de bajos recursos. Las autoridades consulares recomiendan contactarlas de inmediato tras un fallecimiento para agilizar los permisos y evitar demoras que eleven los costos. Es decir, como el almacenamiento prolongado en morgues.
Organizaciones comunitarias en el exterior, como la Federación de Ecuatorianos en EE.UU., han apoyado casos de repatriación mediante campañas de crowdfunding, aunque la cobertura es limitada. Las familias afectadas deben verificar la existencia de seguros y coordinar con empresas funerarias para minimizar los gastos. Este proceso, aunque doloroso, es esencial para que los seres queridos puedan despedirse en su tierra natal.