Desde su elección en 2013, el Papa Francisco, líder de la Iglesia Católica, promovió reformas en el Vaticano para modernizar la institución y priorizar a los marginados, desencadenando transformaciones estructurales y controversias internas que buscan alinear la Iglesia con las necesidades del siglo XXI. En el día de su fallecimiento recordamos varias de las reformas del Pontífice que le causaron resistencia en el mundo católico, pero que también hizo que gane adeptos.
Reforma de la Curia y transparencia financiera
En 2022, Papa Francisco promulgó la constitución apostólica Praedicate Evangelium, que reorganizó la Curia Romana, el gobierno central del Vaticano. La reforma priorizó la evangelización sobre la burocracia, permitiendo a laicos, incluidas mujeres, asumir roles de liderazgo en dicasterios, algo inédito en la historia vaticana. Esta medida buscó descentralizar el poder y fomentar una Iglesia más misionera. Sin embargo, generó resistencias entre sectores conservadores que percibieron una ruptura con la tradición jerárquica.
Además, Francisco abordó la opacidad financiera del Vaticano. En 2014, creó el Secretariado para la Economía, liderado por el cardenal George Pell, para auditar el Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como el Banco Vaticano. Como resultado, se cerraron 5.000 cuentas bancarias sospechosas y se implementaron medidas anticorrupción, aunque persisten críticas por la lentitud en algunos procesos.
Lucha de Papa Francisco contra los abusos sexuales
El escándalo de abusos sexuales ha sido un desafío central. En 2019, Francisco publicó el decreto Vos estis lux mundi, que obliga a obispos y superiores religiosos a denunciar casos de abuso y protege a los denunciantes. En 2018, tras errores iniciales en el caso chileno, donde defendió a un obispo acusado de encubrimiento, el Papa Francisco pidió disculpas públicas y destituyó a figuras como el cardenal Theodore McCarrick, reducido al estado laical. Aunque estas medidas endurecieron las normas, algunas víctimas critican la implementación local como insuficiente.
Polémicas: Mujeres, homosexualidad y divorciados
Mayor rol de las mujeres
Papa Francisco promovió la inclusión femenina en la Iglesia, nombrando mujeres en cargos vaticanos, como Barbara Jatta, directora de los Museos Vaticanos, y permitiendo a laicas liderar dicasterios. Sin embargo, reafirmó que el sacerdocio femenino no es viable, generando tensiones entre sectores progresistas que buscan mayor apertura y conservadores que rechazan cualquier cambio.
Acercamiento a la comunidad LGBTQ+
En 2013, el Papa Francisco sorprendió con su frase “¿Quién soy yo para juzgar?” sobre los homosexuales, sugiriendo apertura. En 2023, autorizó bendiciones a parejas del mismo sexo, aunque sin equipararlas al matrimonio religioso. Esta decisión fue celebrada por algunos, pero criticada por obispos conservadores, especialmente en África y América Latina, que la consideran contraria a la doctrina.
Divorciados y nueva unión
El Papa Francisco facilitó la integración de católicos divorciados vueltos a casar, permitiendo su acceso a los sacramentos en ciertos casos tras la exhortación Amoris Laetitia (2016). Esta medida, que flexibilizó normas estrictas, provocó críticas de cardenales conservadores, como Raymond Burke, quienes argumentaron que debilitaba la doctrina matrimonial.
Prioridad a los marginados
También, el Papa Francisco centró su pontificado en los más necesitados, visitando regiones marginadas como Lampedusa (2013) y abogando por refugiados y pobres. En 2015, publicó la encíclica Laudato Si’, que vincula la justicia social con el cuidado ambiental, instando a combatir la pobreza y el cambio climático. Sus críticas al “capitalismo salvaje” resonaron en movimientos sociales, pero incomodaron a sectores económicos y políticos. Además, su diplomacia priorizó el diálogo interreligioso, con hitos como su visita a Irak (2021) y el acuerdo con China (2018) sobre nombramiento de obispos.
Resistencias internas contra el Papa Francisco
Las reformas del Papa Francisco enfrentaron oposición de sectores ultraconservadores, como el cardenal Burke, quien criticó su enfoque sobre el aborto y la eucaristía. En 2023, dos figuras conservadoras fueron apartadas de sus cargos tras cuestionar al Papa, reflejando tensiones internas. A pesar de las resistencias, Francisco consolidó cambios estructurales que buscan una Iglesia más inclusiva y cercana a las periferias.