El precio del oro alcanzó un máximo histórico de 3.430 dólares por onza, en medio de la intensificación de los ataques del presidente estadounidense, Donald Trump, contra el titular de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell. La situación se enmarca en un contexto de alta incertidumbre económica y geopolítica, factores que han reforzado al metal precioso como principal activo refugio.
Récord impulsado por la tensión monetaria
Según datos recopilados por Europa Press, la cotización del oro subió un 3,1 % en la jornada del lunes, acumulando una revalorización del 30 % en lo que va del año. El metal ya había superado los 3.000 dólares por onza el pasado 14 de marzo, y ahora firmó un nuevo récord histórico impulsado por la incertidumbre económica global y la expectativa de un posible cambio en la política monetaria de EE. UU.
El detonante más reciente fue una serie de declaraciones públicas de Donald Trump, quien acusó a Jerome Powell de retrasar innecesariamente la baja de tipos de interés, lo que —según afirmó el mandatario— podría desacelerar la economía. Trump criticó a Powell a través de su red social Truth, señalando que “no puede haber inflación, pero sí una desaceleración, a menos que el Sr. Demasiado Tarde baje los tipos de interés AHORA”.
El tipo de interés de referencia de la Fed se mantuvo en el rango del 4,25 % al 4,5 %, mientras que otros bancos centrales como el Europeo ya realizaron hasta siete recortes desde mediados de 2024.
Aumento de presión institucional y política
La confrontación entre Trump y Powell escaló durante la semana previa, cuando el presidente pidió públicamente el cese de Jerome Powell. Un día después, la Casa Blanca confirmó que estudia esa posibilidad, aunque sin ofrecer detalles concretos. El actual mandato de Powell como presidente de la Fed se extiende hasta mayo de 2026, y como gobernador, hasta febrero de 2028.
Las declaraciones del asesor económico presidencial, Kevin Hassett, confirmaron que el tema “se sigue estudiando”, lo que aumentó la incertidumbre en los mercados financieros y elevó la demanda de activos seguros como el oro.
Al mismo tiempo, analistas de Goldman Sachs publicaron un informe que proyecta que el oro podría alcanzar los 3.700 dólares a finales de 2025 y hasta 4.000 dólares a mediados de 2026, motivado por la creciente demanda del metal por parte de bancos centrales.
Factores geopolíticos y demanda institucional
La inestabilidad global también ha tenido un papel clave en el auge del oro. Desde el 7 de octubre de 2023, día del ataque de Hamás a Israel, el metal ha acumulado una revalorización del 86 %. Este conflicto reactivó el interés por los activos refugio, y desde entonces el oro no ha dejado de romper techos históricos.
Además, el informe de Goldman Sachs resaltó que en febrero de 2025 se compraron 106 toneladas de oro, frente a las 70 previstas, lo que refleja una tendencia sostenida de acumulación de reservas por parte de bancos centrales.
Este fenómeno se combinó con las expectativas de recortes de tasas por parte de los principales bancos centrales del mundo, lo cual impulsó aún más el precio del metal desde junio de 2024, con una subida acumulada del 48 %.
Evolución histórica del oro y su contexto reciente
El oro había superado la barrera de los 2.000 dólares por onza en momentos de alta tensión mundial, como en marzo de 2022 tras la invasión rusa a Ucrania, y en agosto de 2020, tras el estallido de la pandemia. En mayo de 2023, también alcanzó los 2.063 dólares, influenciado por la crisis bancaria regional en EE. UU. y la caída de Credit Suisse.
Hace cinco años, en pleno confinamiento global, el oro se negociaba en torno a los 1.500 dólares, por lo que su valor se duplicó desde entonces, consolidándose como un termómetro de los riesgos globales.