Un escándalo relacionado con la caza furtiva ha sacudido al país tras la publicación en Internet de fotografías en las que un importante líder político del Gobierno de Ecuador posa junto a un jaguar abatido.
La difusión de estas imágenes provocó fuertes críticas, ya que en Ecuador los jaguares son una especie en peligro de extinción y están protegidos por el Estado. Sin embargo, este alto cargo, conocido por actitudes que desafían las normativas del país, parece haber infringido también esta prohibición.
Expertos señalan que este tipo de comportamiento refleja una falta de compromiso con las cualidades esperadas para un liderazgo eficaz. Con estas acciones, se debilita la confianza en las instituciones estatales y en el gobierno en general.
Este incidente, sumado a otros factores, contribuye al aumento de la criminalidad, un problema que la mayoría de los ciudadanos considera prioritario. Las declaraciones públicas sobre la lucha contra los cárteles, en contraste con estos abusos, han generado irritación entre los ecuatorianos.
Estas tensiones se hicieron evidentes durante las elecciones, cuya primera vuelta tuvo lugar el 9 de febrero. Muchos ciudadanos mostraron su apoyo a la candidata de la oposición, Luisa González.