La Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps) impulsa 33 proyectos de agua potable y alcantarillado en Quito, con una inversión planificada de 200 millones de dólares para los próximos dos años. Estas obras, esenciales para una ciudad en crecimiento, buscan asegurar el abastecimiento de agua limpia para los hogares quiteños y optimizar la infraestructura existente, parte de la cual ya cumplió su vida útil.
Agua potable: obras con visión de largo plazo
Llevar agua limpia hasta cada hogar quiteño requiere planificación, infraestructura, inversión sostenida y obras que, aunque no se ven, son esenciales. Conscientes del reto que implica garantizar agua segura para una ciudad en constante crecimiento, Epmaps impulsa 33 proyectos en marcha y planifica una inversión de USD 200 millones para los siguientes dos años. Actualmente, Quito cuenta con 22 plantas de tratamiento, 7.800 kilómetros de redes de agua y 6 mil kilómetros de alcantarillado. Parte de la inversión también se destina al mantenimiento, renovación y repotenciación de esta red, ya que muchas tuberías cumplieron su vida útil.
Agua para Calderón: una deuda histórica se salda
Uno de los frentes más importantes de trabajo se encuentra en la parroquia de Calderón, la más grande del país. El crecimiento acelerado en esta zona ha generado serios problemas de cobertura e intermitencia del servicio. Para resolverlos, se ejecutan cuatro proyectos estratégicos de agua potable y alcantarillado, financiados con el apoyo del BID, la AECID y Epmaps. Las principales obras son: la línea de conducción Paluguillo–Puembo (USD 49 millones, 58 % de avance), la planta de tratamiento de agua potable de Calderón (USD 16 millones, 39 % de avance), y la línea Puembo–Calderón (USD 42 millones, en fase inicial con 2 % de ejecución). Estas intervenciones beneficiarán a 500 mil personas de Calderón, San Antonio y Calacalí. El objetivo es llegar a una cobertura universal del servicio, que hoy ya alcanza el 98 % en la ciudad.
Plan maestro de Epmaps: obras concretas
Tania Romero, gerente de planificación de Epmaps, explicó en entrevista radial que la empresa cuenta con un plan maestro de largo aliento. En los dos últimos años se ejecutaron USD 127,8 millones en obras de agua potable, alcantarillado, drenaje fluvial y descontaminación de ríos. De las 69 obras planificadas en ese período, 36 ya están concluidas y 33 siguen en marcha. Este enfoque a largo plazo garantiza la sostenibilidad del sistema hídrico de la capital.
Prevención de riesgos y compromiso ciudadano
Otro componente clave de la inversión se relaciona con la prevención de riesgos por lluvias y crecidas. En este ámbito, Epmaps invierte USD 4,6 millones en obras como disipadores de energía —como el que se construye en El Condado por USD 2,2 millones— y colectores de alivio para zonas propensas a inundaciones. “Además de la inversión, es clave el compromiso ciudadano”, señaló Romero. Recordó que Quito tiene un consumo promedio de 148 litros de agua por persona al día, cuando la Organización Mundial de la Salud recomienda un máximo de 100 litros. “El uso responsable del agua es fundamental, sobre todo en temporada seca y en zonas altas”, añadió. La colaboración de los ciudadanos es crucial para la gestión eficiente del recurso hídrico.