El caos en la clínica donde murió Yarli Merino tras una cirugía estética impactó a su madre. Cuatro personas son procesadas por homicidio culposo por presunta mala práctica médica.
«Había sangre en baldes, mi hija temblaba, desangrándose, con el suero vacío y sin oxígeno», relató Rosa Gómez, madre de Yarli Zulay Merino Gómez.
Ese fue el escenario que encontró Rosa al ingresar al quirófano donde su hija de 21 años, una joven policía, era operada el sábado 19 de abril de 2025.
Según su testimonio, pasaron cuatro horas sin recibir información. Solo entonces le permitieron entrar para informarle que Yarli quedaría ingresada tras la cirugía estética.
Le dijeron que necesitaba una radiografía de tórax y transfusiones. Pero Yarli ya estaba descompensada, temblando y saturando apenas al 75%.
Desorden en quirófano y ausencia de control
Rosa, enfermera con experiencia en el hospital Gustavo Domínguez, notó múltiples irregularidades. El anestesiólogo se encontraba frente al monitor. No había oxígeno disponible.
El suero estaba terminado. «Le reclamé al médico y gritó al personal que pasen un tubo toráxico», cuenta Rosa. Yarli alcanzó a decir: “Mamita, tranquila”.
Cuando llegó la ambulancia, tampoco contaba con un tanque de oxígeno. La intención era trasladarla para realizarle una radiografía, pero no había condiciones.
Muerte confirmada por paro cardiorrespiratorio
Horas después, durante la madrugada del domingo 20 de abril, Yarli falleció en el hospital Gustavo Domínguez hasta donde fue llevada de urgencia. La causa fue un paro cardiorrespiratorio provocado por edema pulmonar.
Yarli había ingresado a la clínica ubicada en la calle 6 de Noviembre, en Santo Domingo. La intervención se ofreció como ambulatoria.
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Audiencia por homicidio culposo y mala práctica profesional
La noche del domingo se realizó la audiencia de calificación de flagrancia en el Consejo de la Judicatura. Cuatro personas fueron procesadas.
El juez Jorge Luis Alvarado dictó prisión preventiva para Joy S. (cirujana) y John Ch. (instrumentista). No se ha verificado dónde prestan servicios. Además, intentaron huir.
A César S., el anestesiólogo, se le ordenó arresto domiciliario en Guayaquil, por su edad avanzada.
Karen C., quien estuvo en el procedimiento como supuesta enfermera, no pudo presentar documentos que acrediten su profesión.
El juez le impuso medidas cautelares: prohibición de salir del país y presentación semanal ante la Fiscalía.
La instrucción fiscal durará 30 días, mientras se recopilan más evidencias y testimonios.
No era la primera denuncia contra la clínica. ¿Mala práctica médica?
Rosa aseguró que esta no fue la primera muerte registrada en ese centro médico. La Fiscalía y redes sociales reportaron otro fallecimiento ese mismo mes.
“Yo no quiero dinero. No me devolverán a mi hija. Pero no quiero que alguien más muera la próxima semana”, expresó la madre, con voz entrecortada por las lágrimas.
Yarli: una vida con sueños truncados
La joven policía tenía 21 años, era cariñosa, alegre y soñadora. Rosa recuerda que su hija tenía muchos planes. “Era muy tierna”, dice con tristeza.
Familiares, amigos y compañeros de la institución policial han expresado su dolor e indignación. Piden justicia y una investigación rigurosa.
El caso ha generado alarma en Santo Domingo de los Tsáchilas y otras provincias. Muchas personas han compartido sus propias experiencias con clínicas similares.
Rosa pide justicia por presunta mala práctica médica
Rosa Gómez, visiblemente afectada, acompañó a su familia en la audiencia. Se mantuvo firme durante la diligencia judicial y exigió que el proceso no quede impune.
“Yo soy enfermera, sé cómo debe ser un quirófano. Esto fue una negligencia total”, aseguró.
Su testimonio ha conmovido a la opinión pública y se ha vuelto símbolo de una lucha contra la mala práctica médica en Ecuador (5).