Las pequeñas y medianas empresas (PYMES) en Ecuador, que representan más del 99% del tejido empresarial según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), enfrentan una vulnerabilidad crítica al operar sin seguros integrales. Estas empresas, responsables de generar la mayor parte del empleo formal en el país, están expuestas a riesgos como incendios, robos, demandas legales y ciberataques, que podrían interrumpir o incluso cerrar sus operaciones. Más del 70% de las PYMES carece de coberturas adecuadas, según el Registro Estadístico de Empresas y Establecimientos (REEM), lo que pone en peligro su estabilidad en un entorno económico cada vez más incierto.
Ma. Augusta Lucio, Gerente de Desarrollo de Negocios de Seguros Alianza, advierte que la falta de seguros no es solo una omisión, sino un riesgo estratégico. “Muchas PYMES consideran los seguros un gasto innecesario, pero en un contexto competitivo e inestable, son una herramienta clave para garantizar la continuidad del negocio”, afirma. La experta destaca que los riesgos son cada vez más frecuentes y costosos, lo que hace imprescindible la adopción de coberturas específicas.
Coberturas esenciales para la protección empresarial
Entre las opciones de seguros que las PYMES deberían priorizar, Lucio señala el seguro de responsabilidad civil empresarial. Este protege a las empresas frente a demandas por accidentes, como caídas de clientes en el local o errores en la prestación de servicios, cubriendo gastos legales y compensaciones. Según datos del sector, estas situaciones pueden generar pérdidas financieras significativas, especialmente para negocios con recursos limitados.
Por otro lado, el seguro de propiedad comercial es vital para resguardar instalaciones, equipos e inventarios frente a incendios, inundaciones o robos. A pesar de ser uno de los riesgos más comunes, muchas PYMES no cuentan con esta protección, lo que retrasa su recuperación tras un siniestro. “Este tipo de seguro asegura la continuidad operativa, permitiendo a las empresas reponerse rápidamente”, explica Lucio.
Impacto de las interrupciones y la protección del capital humano
El seguro de interrupción de negocio es otra cobertura clave, pero poco adoptada. Este tipo de póliza cubre pérdidas de ingresos, gastos fijos y costos de reubicación temporal tras un evento que paralice las operaciones. En un país donde desastres naturales y otros imprevistos son recurrentes, esta protección puede marcar la diferencia entre la recuperación y el cierre definitivo.
Igualmente importante es el seguro de accidentes personales para empleados, especialmente en sectores como manufactura o logística, donde los riesgos físicos son mayores. Esta cobertura protege a los trabajadores ante lesiones laborales o no laborales, según la póliza, y reduce la exposición de la empresa a demandas o compensaciones inesperadas. “El capital humano es el corazón de toda PYME. Protegerlo no solo beneficia al empleado, sino que fortalece la estabilidad del negocio”, subraya Lucio.
Un llamado a la prevención estratégica
En un contexto donde las PYMES sostienen la economía ecuatoriana, la falta de seguros representa un obstáculo para su crecimiento sostenible. Según el INEC, estas empresas generan la mayoría de los empleos formales, pero su vulnerabilidad ante riesgos imprevistos limita su capacidad de consolidarse. La adopción de seguros integrales no solo protege el patrimonio y la operación, sino también la reputación y el futuro de estas organizaciones.
Proteger una PYME implica salvaguardar el esfuerzo de años, los empleos que genera y las familias que dependen de su estabilidad. Como señala Lucio, “los seguros ya no son un lujo, sino una necesidad para cualquier empresa que aspire a crecer con solidez”. En un entorno de crecientes desafíos, las PYMES ecuatorianas deben priorizar la prevención para asegurar su supervivencia y competitividad.