En los últimos años los gobiernos han impulsado reformas al sistema de salud, y a pesar de los esfuerzos y avances en varios campos, el centralismo, la corrupción, la ineficiencia e indolencia siguen golpeando a los ciudadanos.

La pugna de poderes, repartición de cuotas políticas, deficientes manejos de los recursos económicos y otras acciones, lamentablemente, mantienen inequidades, ineficiencias y baja calidad de muchos de los servicios.

Es tan grave y dramático el asunto, que incluso las personas con enfermedades catastróficas deben peregrinar en busca de fármacos esenciales y vitales.

«Es triste que un derecho básico tenga que exigirse en el sistema de justicia”.

La falta de respuesta los llevó a plantear una acción de protección que les dio la razón y exhortó a los hospitales del Ministerio de Salud Pública (MSP) y del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) a que les entreguen sus medicamentos en quince días.

Si bien es justo y esperanzador tener este tipo de pronunciamientos, aún hay dudas de que surta efecto, pero, además, es doloroso que un derecho tan básico y clave, tenga que exigirse en la justicia, cuando el Estado debería garantizarlo como prioridad.

Ojalá esto cambie y de forma sostenida y oportuna el sistema de salud atienda a los ciudadanos, y especialmente a los más vulnerables.

Editorial de El Diario publicado este sábado 23 de abril del 2022 en nuestra edición impresa.