Cada vez es más común que nuestras mascotas ocupen lugares en el hogar que antes sólo estaban reservados para los humanos.
Aquel pensamiento de que los perros son guardianes del hogar y por ello sólo deben permanecer en el patio, o que el gato sólo está para ahuyentar las ratas u otras alimañas que pueden llegar hasta los sótanos, ha ido quedando en el pasado.
Hoy en día las mascotas son tan cuidadas por sus dueños, que les permiten entrar a la casa y compartir con ellos.
Así lo menciona el veterinario Adolfo Morán.
En este contexto, nace un debate en tutores y profesionales de la salud animal por el hecho de compartir el dormitorio o la cama con nuestros amigos de cuatro patas.
Por qué no es bueno dormir con mis mascotas
Para Morán existen varios puntos importantes a considerar antes de adoptar el hábito de dormir con nuestras mascotas.
“Lo primero que debemos tomar en cuenta es la higiene de nuestros animales, ya que pueden llevar gérmenes como virus, bacterias y parásitos, con el riesgo de transmitirlos a los humanos”, explica.
Asimismo menciona las alergias, pues los ácaros, pelos y polvo que derivan de los perros o gatos pueden generar patologías alérgicas en personas con hipersensibilidad o inmunodeprimidas.
El profesional indica que el espacio que ocupa la mascota en la cama, si es de gran tamaño o si es muy pequeña, afecta la calidad del sueño.
“Esto puede derivar en una larga lista de problemas de salud”, producto del cansancio mental y estrés, según dice.
Lo que recomiendan los especialistas
El veterinario insiste en recordar que las mascotas no tienen los métodos de aseo que utilizan los humanos. Sino que se pasan la lengua por todo el cuerpo, lo que podría aumentar el riesgo de infecciones.
“Algunos canes machos tienden a tener una secreción verde en el órgano sexual. Otros padecen dermatitis de origen endocrino que desprende caspa”, detalla.
Es por esto que, si se quiere tener a la mascota dentro del hogar, recomienda asignarle un lugar que sea confortable y seguro. Pero no la propia habitación.
Además destaca que se la debe vacunar, desparasitar, bañar cada 15 o 21 días. Además llevar periódicamente a sus controles veterinarios y cuidar de su salud oral, que muchas veces es olvidada.
Compartir un espacio personal como tu habitación con las mascotas, puede alterar su comportamiento, causando cambios de humor repentinos.
Parásitos como tenias (gusanos planos) o nemátodos (redondos), pueden dejar en las mascotas huevos o larvas microscópicas que pueden perjudicar incluso a una persona.
Aunque las mascotas no duerman en tu cama, pero de vez en cuando pasan al cuarto, lo mejor es aspirar este espacio con frecuencia y también el colchón.
Entre otros posibles inconvenientes de compartir lecho con los animales, están los riesgos de desarrollar afecciones respiratorias como alergias, asma o neumonitis.