El ingreso del primer sueldo marca una etapa importante en la vida financiera de cualquier joven. Para muchos, este ingreso representa independencia, pero también implica responsabilidad. La forma en que se administra ese dinero inicial puede influir en el futuro económico de una persona.
¿Qué hacer con el primer salario? ¿Cuánto gastar, ahorrar o invertir? Estas preguntas son clave para quienes se integran al mundo laboral, en especial en un contexto económico donde el endeudamiento juvenil y el consumo impulsivo son cada vez más frecuentes.
Errores comunes al recibir el primer ingreso
Especialistas en educación financiera señalan que los errores más frecuentes entre quienes reciben su primer sueldo incluyen gastos innecesarios, falta de planificación, endeudamiento temprano y ausencia de ahorro.
EL economista Ricardo Menéndez menciona que cerca del 62% de los jóvenes entre 18 y 25 años no lleva un registro de sus gastos mensuales, lo que dificulta establecer una base financiera estable. Además, un 40% gasta su primer salario íntegramente en consumo personal sin considerar ahorros o compromisos futuros.
Distribuir el ingreso: regla 50/30/20
Una de las herramientas más recomendadas por economistas es la regla 50/30/20. Este modelo sugiere:
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50% del ingreso para necesidades básicas (alimentación, transporte, vivienda).
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30% para deseos o gastos personales (ocio, ropa, tecnología).
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20% para ahorro o pago de deudas.
Si bien esta proporción puede ajustarse según el contexto de cada joven, proporciona una guía clara para evitar desequilibrios financieros, explica.
Importancia de establecer metas de ahorro
Destinar una parte del primer salario al ahorro programado es una práctica recomendada por entidades del país. Abrir una cuenta de ahorro independiente y automatizar depósitos mensuales ayuda a generar disciplina financiera.
Ahorrar desde el primer ingreso también permite a los jóvenes construir un fondo de emergencia o prepararse para metas como continuar estudios, emprender o viajar sin depender de créditos, recomienda el especialista.
Uso prudente de tarjetas y créditos
Al iniciar una vida laboral, muchas entidades financieras ofrecen productos como tarjetas de crédito para jóvenes. Si bien pueden ser útiles, los expertos aconsejan evaluar los costos asociados, tasas de interés y evitar financiar consumos no esenciales.
“El crédito mal gestionado en los primeros años laborales puede generar problemas financieros duraderos”, indica Sofía Alvarado, asesora financiera de la Fundación Bienestar Económico.
Capacitación y educación financiera temprana
Instituciones como el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) promueven programas de capacitación financiera para jóvenes, con énfasis en la planificación, ahorro, inversión y uso de productos bancarios. Estas iniciativas buscan fomentar una generación con mayor conciencia económica.
Además, en algunas universidades y colegios del país se han comenzado a incluir talleres sobre manejo del dinero, presupuesto personal y cultura financiera, con el objetivo de preparar a los estudiantes para administrar sus ingresos futuros.