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Ha pasado mes y medio desde que varios hombres se llevaron a Nóe García contra su voluntad.

Los días son tristes en la casa de la familia García Collaguazo, en la cooperativa Che Guevara, sector 2, en Santo Domingo.

Hace mes y medio, a pocos metros de la vivienda se llevaron en contra de su voluntad a Noé Daniel García Collaguazo, uno de los integrantes de la mencionada familia.

Los suyos a diario esperan tener alguna noticia de Noé, pero el tiempo pasa y nada se sabe.

Con pesar, su hermana, Betsaida, dice que aún no tienen conocimiento sobre su paradero.  

Noé, de 21 años de edad, vive en casa de sus padres, en el sector 2 de la Che Guevara. Es el tercero de cuatro hermanos.

La noche del 27 de julio había salido con unas amistades.

Varios hombres armados se llevaron a Noé García y a una amiga

Después, los familiares lo único que supieron es que varios hombres armados habían llegado en motocicletas y se llevaron a Noé y una amiga, a quien horas más tarde soltaron.

Noé estaba a pocos metros de su domicilio.

La familia descartó un secuestro extorsivo, pues los raptores nunca se comunicaron con ellos a pedir algún rescate.

Betsaida asegura que su hermano no pertenecía a ninguna banda delincuencial, “tal vez tuvo malas compañías, como todo chico joven, porque se llevaba con todos, pero es un hombre bueno”, indicó.

La familia no pierde las esperanzas de que él esté vivo; sin embargo, teme lo peor.

Lo que quieren ahora es saber el paradero de Noé, porque la incertidumbre y preocupación no los dejan vivir tranquilos.

Desde el día de la desaparición, la Policía se activó para buscar a Noé; sin embargo, aún no hay rastro sobre él.

Fernando Mora, jefe de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased), explica que desde el momento en que una persona desaparece se activan protocolos a nivel nacional.

En el caso de Noé, se han realizado varias búsquedas.

Incluso se han hecho procedimientos con unidades caninas para búsqueda de cuerpos y restos humanos, así como rastreros con bomberos, drones y todo lo que está al alcance y lo que dispone el protocolo, “pero hasta ahora no ha habido resultados positivos”.

Mientras, en casa de Noé, sus padres y hermanos lo siguen esperando cada día, con la ilusión de que llegue sano y salvo.