La concesionaria Interagua enfrentó las acusaciones sobre la calidad del agua potable en Guayaquil y calificó como “infundadas” las afirmaciones de legisladores que señalan irregularidades. Ilfn Florsheim Tamayo, directora de Comunicación, afirmó este lunes en una rueda de prensa que la empresa cumple los estándares de la norma INEN 1108.
Durante el evento, transmitido en redes sociales, destacó que no existen evidencias de problemas críticos. Aseguró que el suministro atraviesa controles rigurosos y llega a los hogares en condiciones óptimas.
La polémica creció tras un comunicado de la Agencia de Regulación y Control del Agua (ARCA) este 7 de abril de 2025. La entidad exigió al Municipio de Guayaquil, vía Emapag, un plan urgente para mejorar la calidad del agua antes del 8 de abril. ARCA advirtió que incumplir esta orden desencadenaría sanciones.
El pronunciamiento surgió de análisis realizados el 14 de marzo en Samanes 7, Santa Ana y el suburbio oeste, donde hallaron bajos niveles de cloro y posibles infracciones.
Florsheim defendió el trabajo de Interagua y explicó que la empresa monitorea el agua con quince rutas definidas. Añadió que revisan diariamente más de 200 parámetros, desde las plantas de tratamiento hasta las redes urbanas y rurales. “Controlamos cada etapa para garantizar un servicio seguro”, afirmó, resaltando que Interagua mantiene el sello INEN desde 2019 bajo supervisión constante.
Antecedentes de la controversia por el agua en Guayaquil
El debate sobre el agua en Guayaquil no es nuevo y tiene raíces en años previos. En 2022, la Defensoría del Pueblo alertó sobre quejas ciudadanas por mal olor y turbidez en el suministro. Interagua atribuyó esos casos a mantenimientos puntuales y negó riesgos sanitarios.
En abril de 2023, un informe de ARCA señaló deficiencias en el cloro residual en el suburbio, pero la concesionaria ajustó procesos tras la inspección.
Por otro lado, el asambleísta Ferdinan Álvarez, de Acción Democrática Nacional (ADN), insistió en que las muestras de ARCA muestran contaminación domiciliaria. Denunció la presencia de bacterias que disuelven metales pesados y vinculó el agua a 5.400 casos de salud, incluyendo gastroenteritis y 400 diagnósticos de hepatitis A en niños. “El agua afecta a miles sin que lo noten”, alertó, justificando la fiscalización iniciada por ADN.
Florsheim lamentó que el tema se politice y pidió no alarmar a la población. “Generar desconfianza en un servicio regulado preocupa”, expresó, defendiendo la gestión de Interagua. Mientras la discusión avanza, los guayaquileños aguardan soluciones que garanticen su seguridad sanitaria frente a esta crisis.
