La muerte repentina de Dan Rivera, investigador paranormal y guía del tour que exhibe la muñeca Annabelle, ha generado una controversia que llevó a varios miembros de la comunidad esotérica a exigir la cancelación de la gira “Devils on the Run”. Rivera, de 54 años, falleció el 13 de julio en un hotel de Gettysburg, Pensilvania, durante una parada del evento que presenta la muñeca Raggedy Ann, conocida como Annabelle, vinculada a fenómenos paranormales y popularizada por la franquicia El Conjuro. Las autoridades aún no determinan la causa del deceso, pero descartan cualquier indicio de delito. La New England Society for Psychic Research (NESPR) confirmó la pérdida, desatando especulaciones sobre los riesgos de exponer un objeto considerado “maldito”.
El forense del condado de Adams, Francis Dutrow, señaló que los resultados de la autopsia podrían demorar hasta 90 días. Los servicios de emergencia acudieron al hotel tras un reporte de reanimación cardiopulmonar, pero no lograron salvar a Rivera. La gira, que incluye la exhibición de objetos asociados a fenómenos sobrenaturales, ya había recibido críticas por sacar a Annabelle de su vitrina protectora. La práctica que, según allegados a los fundadores de NESPR, Ed y Lorraine Warren, contradice sus advertencias.
Llamados a suspender recorrido de Anabelle
Philip Siracusa, amigo cercano de Rivera y expropietario de una casa supuestamente embrujada en Nueva Jersey, fue uno de los primeros en demandar la cancelación del tour. En declaraciones a medios, Siracusa expresó su dolor y sugirió que la muerte de Rivera podría estar relacionada con la muñeca. “Dan era un experto en fuerzas que no entendemos del todo. Creo que esta gira es peligrosa. Ed y Lorraine Warren tenían razón al mantenerla confinada”, afirmó, cuestionando la capacidad de la vitrina para contener la supuesta entidad maligna.
Por su parte, Chris McKinnell, nieto de Lorraine Warren, también criticó la gira a través de redes sociales. Según McKinnell, su abuela nunca aprobó que Annabelle fuera exhibida en giras nacionales. “Permitía visitas breves al museo, pero nunca algo como esto. Ahora incluso dejan que toquen la vitrina sin protección”, escribió, citando la advertencia de su abuelo: “No la abran”. McKinnell alertó sobre posibles riesgos si el tour continúa sin las precauciones adecuadas.
Historia y controversia de Annabelle
La muñeca Annabelle, adquirida en 1970 en Connecticut, fue señalada por los Warren como un objeto poseído tras reportes de movimientos inexplicables, notas escritas y agresiones físicas. Por ello, la mantuvieron en una vitrina sellada en su Museo del Ocultismo en Monroe, Connecticut, clausurado en 2019 por problemas de zonificación. La decisión de llevar a Annabelle en una gira nacional generó críticas dentro de la comunidad paranormal. Los Warren siempre abogaron por mantenerla bajo estrictas medidas de seguridad.
A pesar de la muerte de Rivera, NESPR anunció inicialmente su intención de continuar con la gira, argumentando que Rivera habría querido que el trabajo prosiguiera en honor al legado de los Warren. La organización describió a Rivera como un veterano del ejército estadounidense y un respetado investigador con más de una década de experiencia, conocido por apariciones en programas como Most Haunted Places y colaboraciones con Netflix en 28 Days Haunted.
Un futuro incierto para el tour
La controversia en torno a la gira de Annabelle ha crecido, con algunos seguidores e investigadores cuestionando la ética de exhibir un objeto asociado a una historia tan oscura. Mientras NESPR defiende la continuidad del evento como un medio para educar y recordar a los Warren, las demandas de cancelación reflejan preocupaciones sobre la seguridad y el respeto a los protocolos originales. La comunidad paranormal, aún de luto por Rivera, sigue dividida sobre el impacto—real o percibido—de la muñeca Annabelle.