El 69,5% de pacientes con cáncer colorrectal presentan periodontitis. La investigación asocia esta enfermedad bucal con niveles más altos del marcador tumoral CEA y apunta a su potencial papel como factor de riesgo modificable.
Un reciente estudio realizado por la Universidad de Granada (UGR), en colaboración con el Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia, ha puesto de manifiesto una alarmante relación: el 69,5% de los pacientes con cáncer colorrectal también sufren periodontitis, una enfermedad inflamatoria crónica de las encías.
Los investigadores observaron que estos pacientes presentaban niveles significativamente más altos de antígeno carcinoembrionario (CEA), un marcador tumoral clave en cáncer colorrectal. Este hallazgo, publicado en la revista científica Clinical Oral Investigations, refuerza la hipótesis de que la inflamación persistente provocada por la periodontitis podría crear un “campo de cancerización”, un entorno que facilita la progresión del tumor.
Cómo actúa la periodontitis en la progresión tumoral
Según el equipo liderado por el catedrático de Estomatología de la UGR, Francisco Mesa Aguado, el proceso podría darse por un doble mecanismo:
- Por un lado, el CEA liberado desde las bolsas periodontales inhibiría la apoptosis, es decir, la muerte programada de las células tumorales.
- Por otro, la inflamación crónica provocaría una mayor producción de interleucina-6 (IL-6), una proteína que activa vías moleculares relacionadas con el crecimiento del tumor y su posible metástasis.
Aunque el estudio no halló relación directa entre la periodontitis y la agresividad del cáncer en otras variables, los autores insisten en que estos resultados son relevantes para la prevención oncológica.
Periodontitis: un factor de riesgo modificable
Lo más relevante de esta investigación, realizada en 59 pacientes, es que considera la periodontitis como un factor de riesgo modificable. Esto significa que, mediante un mejor control de la salud bucodental, sería posible reducir la probabilidad de progresión o aparición de cáncer colorrectal.
“Estos resultados subrayan la necesidad de integrar la salud bucodental en las estrategias de prevención del cáncer”, destaca Mesa Aguado. De hecho, el equipo sugiere que revisar y tratar problemas periodontales podría pasar a formar parte de los programas de cribado y seguimiento en pacientes de riesgo.
Hacia nuevas líneas de investigación
El estudio abre puertas a investigar cómo otras enfermedades inflamatorias crónicas pueden influir en el desarrollo tumoral. Los autores recuerdan que, aunque estos hallazgos deben confirmarse con trabajos más amplios, el vínculo detectado refuerza la importancia de la prevención integral. Desde hábitos de vida saludables hasta la salud de la boca.
En definitiva, cuidar las encías no solo ayuda a mantener los dientes: podría ser una herramienta más para protegerse frente a enfermedades graves como el cáncer colorrectal.