Países Bajos aplica desde este hoy, lunes 7 de abril de 2025, una nueva doctrina en el experimento puesto en marcha para evaluar una potencial reforma legislativa sobre el cannabis, de tal manera que los establecimientos adscritos en una decena de ciudades sólo podrán vender plantas cultivadas de manera legal.
El programa piloto arrancó en 2023 e, inicialmente, se planteó como una convivencia entre el cannabis de origen legal e ilegal.
Ahora, los casi 80 ‘coffee shops’ participantes sólo podrán comprar a un grupo de productores seleccionados por el Gobierno, que tuvo que sortear en estas últimas semanas las críticas por posible desabastecimiento.
Productores de cannabis en Países Bajos avanzan en su producción
De los diez productores involucrados en el programa, apenas la mitad trabajan ya a pleno rendimiento y hay algunos que aún no comienzan, según la cadena de televisión NOS.
El objetivo de las autoridades es determinar la viabilidad de permitir un consumo controlado de drogas que cumplan unos mínimos requisitos de trazabilidad y ver además si puede descender el tráfico clandestino.
El Ejecutivo siguió adelante pese al reciente ascenso al poder del ultraderechista Partido por la Libertad (PVV) de Geert Wilders.
Una política en evolución
Países Bajos es pionero en Europa en políticas de tolerancia hacia el cannabis, aunque no lo ha legalizado completamente como Uruguay o Canadá.
El consumo y venta de cannabis está permitido para uso recreativo en las ‘coffee shops’ desde 1976. Mientras que la posesión de hasta 5 gramos para uso personal está despenalizada, así como la de hasta 5 plantas de cannabis.
La policía puede confiscar las drogas y plantas, sin embargo, si se cumplen estas condiciones su dueño no será procesado. Esta política no se aplica personas menores de 18 años, está prohibido por ley que los menores posean o compren drogas blandas.
El actual experimento podría sentar las bases para una regulación más amplia, dependiendo de los resultados que se presentarán tras 2027.