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La inseguridad gana espacio en todas las áreas, pero preocupan sobremanera los ataques violentos que se han registrado en hospitales públicos, donde se quiere restringir el acceso.

El reciente miércoles, un empleado del hospital del IESS de Manta fue asesinado dentro de la casa de salud.

Apenas 19 días después de que otro hombre fuera baleado en el mismo establecimiento mientras recibía atención en Emergencia.

Si bien la Policía asegura que ambas víctimas tenían antecedentes penales, lo ocurrido no deja de causar preocupación, pero no se debe restringir el acceso a hospitales.

Pues los hechos se han dado dentro de espacios que deben considerarse protegidos.

“Las acciones que se aplican no son suficientes y hay que pensar en soluciones”.

Ataques de esta naturaleza se han dado desde antes. Los hospitales se han vuelto puntos vulnerables porque a ellos llegan las víctimas de los atentados violentos.

Como medida reactiva se ha implementado el Código Plata, para que la fuerza pública acuda a resguardar estos centros cada vez que llegan personas heridas.

Por lo visto, las acciones que se aplican no son suficientes y hay que pensar en soluciones de seguridad.

Pero restringir el acceso tampoco es una solución idónea porque se afecta al derecho de los ciudadanos.

Además de que se requiere más personal de control en forma permanente, pues para la violencia no hay horas. Restringir el acceso a los hospitales no es lo ideal.

Editorial de El DiarioPublicado el viernes 23 de agosto del 2024 en nuestra edición impresa.