Lo ocurrido ayer con el radar instalado en el cerro de Montecristi para vigilar actividades aéreas sospechosas es preocupante, pues se trata de un equipo con menos de dos semanas de funcionamiento y que debe estar preparado para operar en cualquier condición.
Lo que pasó, sea por la causa que fuere, merece una investigación inmediata de las Fuerzas Armadas y de otros estamentos del Gobierno.
El Ministerio de Defensa no descarta que se trate de un posible atentado, lo cual deja abierta la probabilidad de un ataque a un espacio que, por ser una zona de seguridad del Estado, debe estar vigilado constantemente.
“Se trata de equipos nuevos que deben funcionar bajo cualquier circunstancia”.
Tampoco puede dejarse de lado la posibilidad de un eventual fallo eléctrico o mecánico, y en este caso también debería motivar la preocupación, pues se trata de equipos nuevos que por su función deberían estar operativos incluso en circunstancias complejas como la falta de suministro eléctrico o en condiciones ambientales adversas.
De cualquier manera, existe un evidente error que debe ser investigado y, si hay responsables, sancionado. Pero también se deben aplicar correcciones para que lo que pasó ayer no vuelva a ocurrir, pues de por medio están asuntos tan delicados como la seguridad de bienes públicos y de las personas.
Editorial de El Diario publicado este lunes 8 de noviembre del 2021 en nuestra edición impresa.