La lucha contra la venta y el uso de explosivos durante esta temporada demanda la concientización de los ciudadanos, pero también de operativos para evitar que este negocio siga poniendo en riesgo la vida y el bienestar de las personas.
Diciembre se caracteriza, además de las fiestas, las luces y los regalos, por el uso indiscriminado de todo tipo de explosivos, desde potentes tacos de dinamita capaces de hacer cimbrar una casa, hasta las llamadas estrellitas y petardos de poco poder.
No son pocas las personas que cada año llegan a los hospitales con lesiones en las manos, que incluso pueden ser tan severas que demanden amputación, o víctimas de envenenamiento con sustancias usadas en la elaboración de explosivos.
“Casi todos los años se reportan lamentables incendios en sitios de bodegaje de explosivos”.
Tampoco son escasos los que buscan ayuda psicológica por el efecto de las explosiones.
Y casi todos los años se reportan lamentables incendios en sitios de bodegaje de este tipo de materiales.
Es necesario, por lo tanto, que a la par que se crea conciencia en los ciudadanos de los riesgos de la manipulación de explosivos, se realicen operativos para impedir su almacenamiento y comercialización. Las fiestas son para diversión, no para pasarla mal por el uso de elementos peligrosos.
Editorial de El Diario publicado este miércoles 8 de diciembre del 2021 en nuestra edición impresa.