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Causa sorpresa que las autoridades del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) no hayan cuantificado las pérdidas en el incendio que ocurrió la semana anterior en una bodega en Portoviejo que, según voceros de esa institución, contenía insumos de uso médico.
Sobre todo, extraña que ni siquiera se pueda determinar si dentro de ese lugar estaban guardados equipos o instrumentos costosos pues, según ellos, están en investigaciones.

“Es el colmo que no sepan cuánto se perdió en el incendio”.


Por más que se haya quemado la bodega completa, deben estar disponibles los kárdex, que son hojas de uso administrativo en las que se registra todo lo que ingresa o sale, de forma que siempre se puede conocer cuánto hay de determinado insumo.
Es el colmo que no haya una explicación de cuánto se perdió en el fuego.
Las respuestas del IESS evidencian el desorden y la ineficiencia que imperan en esa institución y, que al final, terminan por pasar factura a los afiliados.
Surge, entonces, la pregunta de si está bien que la seguridad social siga siendo administrada por un monopolio ineficiente, o si es necesario que se eliminen las barreras legales que impiden a otras empresas, incluso del propio Estado, brindar los mismos servicios. Tal vez, la competencia los empuje a mejorar.

Editorial de El Diario del sábado 29 de mayo del 2021.