No parece casual la confluencia de varios factores que tienden hacia una desestabilización política en el país: la unión de movimientos políticos y sociales que en otras ocasiones eran irreconciliables; el aumento de la delincuencia; una escalada en el narcotráfico; y las arremetidas políticas de sectores autodenominados revolucionarios, identificados como miembros del Foro de Sao Paulo.
Ecuador no debe admitir una desestabilización política, que por ahora sigue siendo una amenaza, sin diferenciar de dónde provenga. En plena crisis, un proceso como éste llevará a la inestabilidad económica y, como lógica consecuencia, a agudizar la crisis económica y social que ya golpea con fuerza al país.
“Hay que respetar la democracia y darle la oportunidad al gobierno de aplicar su propuesta liberal”.
Hay que respetar la democracia y darle la oportunidad al gobierno del Presidente Guillermo Lasso de aplicar su propuesta liberal o de derecha.
Mal se haría en no tolerar la posibilidad de que se implemente una nueva propuesta.
Y, dicho sea de paso, es normal que el Ejecutivo encuentre sus límites en el Legislativo, pero que sean topes democráticos, constitucionales, derivados del debate y del análisis de las leyes.
Se debe rechazar las amenazas de desestabilización que van más allá de un debate político y, con más razón, que surjan de corrientes extremistas.
Editorial de El Diario publicado este domingo 24 de octubre del 2021 en nuestra edición impresa.