El Gobierno debe descentralizar, a favor de Manabí, la competencia para el manejo del agua, en cumplimiento de una de las promesas del presidente Guillermo Lasso durante la campaña electoral.
Es el colmo que la provincia de Manabí siga dependiendo de entes gubernamentales centralistas asentados en otras provincias, como Guayas y Pichincha, que no conocen la realidad ni las necesidades manabitas. Es un sinsentido que desde allí se administre todo, desde la provisión del líquido vital hasta el mantenimiento de los equipos.
En casi cien días del Gobierno y de la Asamblea Nacional no se escucha una propuesta para descentralizar el manejo del agua, ni del presidente de la República ni de los asambleístas de Manabí, pese a que, incluso, el tema ha sido noticia porque en veedurías ciudadanas han denunciado el retiro de equipos y la falta de mantenimiento.
“A casi cien días del Gobierno no se escucha una sola propuesta”.
El mandatario, justo antes de la segunda vuelta, ofreció para Manabí la descentralización de las competencias del agua y otros servicios públicos, a más de la reconstrucción.
Pero desde entonces, tanto él como el gobernador, los ministros y los asambleístas han guardado silencio.
Ya es tiempo de que se curse un proyecto que permita, por lo menos, el manejo autónomo del agua, sea a través de un ente propio y descentralizado, como lo fue el CRM, o del Gobierno Provincial.
Editorial de El Diario publicado este martes 17 de agosto del 2021 en nuestra edición impresa.
