El Código de Trabajo vigente es muy antiguo y rígido; para generar empleo se requiere una herramienta legal más moderna y flexible.
Uno de los cambios que propone el Gobierno es la creación de una nueva ley laboral, que flexibilice las condiciones del trabajo y que coexista con la anterior.
Se trata de una innovación interesante, pues con ello se da la posibilidad de que un trabajador continúe con el código anterior o con la normativa moderna que, al fin de cuentas, puede ser más conveniente para él.
“El Gobierno debe agotar las opciones que la democracia le otorga para aplicar las reformas”.
El Gobierno debe agotar todas las opciones que la democracia le otorga para llevar a cabo esta importante reforma. Si la Asamblea Nacional no da paso a esta propuesta, debería ir a una consulta popular para que sea el pueblo el que tome la decisión.
El régimen pone en juego, con esto, parte de su capital político y, evidentemente, tendrá un desgaste, pero está haciendo lo correcto.
Por ejemplo, se habla de la eliminación de la jubilación patronal, lo cual es un acierto porque al crear un fondo con este mismo fin, el empleado puede mantener el beneficio aunque cambie de patrono.
La reforma laboral dará, definitivamente, un aire de modernidad a las relaciones de trabajo, pero también aumentará el atractivo para la inversión.
Editorial de El Diario publicado este miércoles 15 de septiembre del 2021 en nuestra edición impresa.