Las demoras en la Asamblea Nacional durante el trámite del proceso de destitución del Primer Mandatario permitidas por el presidente de ese organismo, Virgilio Saquicela Espinoza, son por lo menos irresponsables, considerando la crisis y la incertidumbre que vive el país por este proceso y el paro de la CONAIE.

Abrir espacios para recibir en comisión general a varias voces de una sola tendencia fue irresponsable cuando el país requiere decisiones. La medida, además de no democrática por no ser plural, fue incorrecta considerando las normas de la Asamblea para estos casos.

Algo similar se puede decir al permitir que se prorrogue el debate y no continúe hasta hoy martes.

La autoridad de la Asamblea prolongó la sesión lo suficiente como para que la tensión vuelva a subir y según varios analistas, incluso para que exista tiempo para más negociaciones, chantajes y amenazas a familiares de asambleístas, según lo que dicen los propios legisladores.

“Debe mostrar que no tiene una agenda propia o sirve a oscuros intereses”.

¿Acaso un tema tan importante como el que se evalúa no necesita una definición urgente y prioritaria?

Fuera de la Asamblea también hay fallas. Su proceso de mediación con otros organismos del Estado incluye errores que dejan dudas sobre su papel.

Editorial de El Diario publicado este martes 28 de junio del 2022 en nuestra edición impresa.