Se debe investigar la presencia de docentes extranjeros en las universidades.
La última denuncia de una profesora de la Universidad Técnica de Manabí, que asegura haber sido desplazada sin justificación para dar lugar a un cubano, se suma a anteriores voces que han cuestionado el tema.
Si bien el derecho al trabajo es universal, irrenunciable e irreductible, sin importar la nacionalidad, raza o pensamiento, son varias las voces que aseguran que muchos de los docentes extranjeros han llegado por los intereses ideológicos y políticos de quienes dirigen los centros de estudios, o, sus mentores externos.
Por salud ética y calidad educativa, no debe quedar duda de que los académicos están en esos puestos por su capacidad.
Se debe descartar que con fondos públicos se esté financiando, a través de un porcentaje de los sueldos, un proyecto político de una nación. Sea bueno o malo ese proyecto extranjero.
“No se debe permitir la xenofobia, pero hay que investigar denuncias de irregularidades”.
Y aunque las autoridades lo han negado, también se debe investigar si esa presencia se está usando para asegurar votos para candidaturas de aspirantes a dignidades universitarias.
Hay que decirle no a la xenofobia. Desde esta columna se repudia tajantemente la posibilidad de un rechazo o discriminación al extranjero o inmigrante por su origen. Pero, acusaciones tan graves y repetitivas merecen una investigación.
Editorial de El Diario publicado este martes 22 de junio del 2021 en nuestra edición impresa.