Tras más de un año del actual gobierno, es inadmisible que se sigan presentando problemas en la construcción y equipamiento de los hospitales públicos de Manabí.
Si bien se heredaron dificultades de los gobiernos de Rafael Correa y Lenín Moreno, a estas alturas es inentendible que no se solucionen los problemas administrativos, legales y financieros que impiden enfrentar con eficiencia los temas de salud que se agravaron con el terremoto del año 2016.
Los inconvenientes de equipamientos y personal siguen sin resolverse con celeridad en las casas de salud de Chone y el Hospital de Especialidades de Portoviejo.
La construcción de los hospitales de Bahía, Manta y Pedernales, que ya debieron ser terminados, continúan pendientes. En el primer caso, incluso una familia del cantón Sucre reclama con título de propiedad la pertenencia del terreno en que se levantó la infraestructura.
“Hay incapacidad o indolencia para resolver los problemas, o las dos cosas”.
Una nueva paralización de los trabajos en Pedernales por falta de dinero se constituye en un nuevo atentado a la salud de los manabitas.
La burocracia y el centralismo se burlan de la necesidad de los ciudadanos o tienen una incapacidad hasta temeraria frente a los problemas fundamentales que hay que resolver.
Editorial de El Diario publicado este martes 12 de julio del 2022 en nuestra edición impresa.