Aunque las muertes por COVID-19 en Manabí han descendido en los últimos meses, la tasa de contagios y de muertes continúa alta.
Según los últimos reportes, Manabí tiene el 7 por ciento de los casos de todo el país. En las muertes, el total confirmado en Manabí representa el 12 por ciento de la cifra nacional, pero las probables por la misma enfermedad llegan al 23 por ciento del país.
Manabí tiene casi el mismo número de muertes confirmadas por COVID-19 que de decesos atribuibles a ese mal.
Los médicos temen un rebrote de casos con el relajamiento de las medidas y los feriados de octubre y noviembre. Las unidades de cuidado intensivo de los hospitales siguen llenas, lo cual incrementa los riesgos.
Gran parte de la responsabilidad la tienen las instituciones locales, que deben evitar la autorización de eventos que representen aglomeración o concentración innecesaria de personas.
Pero la mayor parte de la tarea la tienen los mismos ciudadanos, que deben mantener el cuidado sin bajar la guardia. Parecería que el peligro ha pasado, pero no es así. Aunque haya existido un relajamiento de las medidas de bioseguridad, el riesgo continúa.
En tiempos de festejos y feriados, la prevención debe ser de parte y parte: de lo público y de lo privado.
