El Ministerio de Finanzas debe replantear la forma de distribuir el presupuesto para las universidades y escuelas politécnicas, con el fin de evitar la inequidad y el favoritismo.
Mientras unos establecimientos reciben fuertes sumas para vinculación con la comunidad e investigación, por ejemplo, otros, pese a tener una mayor población estudiantil, obtienen menos.
Esto puede notarse en el presupuesto por estudiante que recibe cada universidad. Algunos centros de estudios superiores de Pichincha reciben mucho más dinero por alumno que sus pares de Manabí o de otras provincias.
“Hay universidades de Pichincha que reciben mucho más dinero por estudiante que las de otras provincias”.
El Ministerio de Finanzas debería revisar los factores que se consideran para esta diferencia en las asignaciones per cápita y, si encuentra errores, enmendarlos o replantear las fórmulas. Pero para esto se requiere un trabajo técnico, libre de subjetividades.
Desde luego, esto no tiene nada que ver con el recorte de las asignaciones que cada universidad ha recibido este año, debido a la crisis fiscal por la pandemia. Corresponde, ahí sí, a las autoridades de cada institución la revisión de sus acciones para evitar que se afecte la calidad académica.
Editorial de El Diario publicado este sábado 13 de noviembre del 2021 en nuestra edición impresa.