El habitual aumento de robos, asaltos y otros delitos en los meses de noviembre y diciembre, requiere un esfuerzo adicional del Estado y sus instituciones para asegurar la seguridad de los ciudadanos.
En estos meses, las compras, los regalos, el pago de remuneraciones y bonos adicionales incrementan la circulación de dinero. Y eso se vuelve un atractivo para los delincuentes.
Según las cifras de la Fiscalía, octubre, noviembre y diciembre muestran un repunte en el robo a personas, el delito más frecuente en el país. Los delincuentes prefieren las horas de la tarde para actuar.
“Bien puede aprovecharse la vigencia del estado de excepción para aumentar la vigilancia en esta época”.
Ante esta necesidad innegable, es preciso que se aumente, a más de la capacidad reactiva, la disuasiva de los agentes del orden. Bien puede aprovecharse para ello la vigencia del estado de excepción.
El comercio necesita reactivarse y será complejo hacerlo mientras persista la sensación de inseguridad y mientras el Estado no fortalezca las acciones de protección a los ciudadanos.
Estos meses son especialmente complicados y peligrosos, pero vale la pena, también, señalar que la seguridad es una tarea permanente de la que es el Estado el responsable directo.
Editorial de El Diario publicado este miércoles 3 de noviembre del 2021 en nuestra edición impresa.