El mural del salón plenario de la Asamblea Nacional, en la ciudad de Quito, debe ser reemplazado o reubicado.
Esto, porque su mensaje contiene un claro sesgo ideológico y no representa la realidad del país ni la de los ecuatorianos.
Dicho mural, una obra de arte del renombrado pintor Oswaldo Guayasamín, contiene incluso consignas ofensivas para las relaciones internacionales y un mensaje socialista.
Es muy respetable lo hecho por el artista ecuatoriano. Pero esta imagen no representa a la mayoría de los ciudadanos de este país.
Este mural debería ser el principal marco visual y testigo del más importante recinto de la democracia nacional.
Allí es donde se debaten las leyes y se toman decisiones que competen a todo el país.
“El mural contiene elementos ofensivos a otros países y a las relaciones internacionales”.
Por tanto, es un error histórico ubicarlo allí. La Asamblea tiene que representar a todos los ecuatorianos.
El mural debe ser reemplazado por los símbolos patrios, como el escudo, la bandera, y representaciones de la historia y de los valores cívicos.
Corresponde a los legisladores la responsabilidad de conseguir que su lugar de trabajo sea un símbolo de la democracia y que represente a toda la ciudadanía.
Actualmente representa una posición ideológica determinada.
En la Asamblea es donde las diversas corrientes de pensamiento discuten las leyes que le convienen al país y que tendrán injerencia a todos los ecuatorianos.
Editorial de El Diario publicado el martes 21 de noviembre del 2023 en nuestra edición impresa.