Merecen atención las denuncias del Frente Cívico por Manabí, que tras un recorrido por los trasvases Daule Peripa-La Esperanza y La Esperanza-Poza Honda, denunció el retiro de equipos, el desmontaje de algunas instalaciones y el riesgo de operación debido a la sedimentación excesiva en ciertas zonas.
Así mismo, es oportuna la aclaración de la Gobernación, que asegura que se trata de procesos normales de mantenimiento.
Manabí, por sus condiciones orográficas, no tiene muchas fuentes de agua permanente, por lo que el principal medio de provisión son los embalses, conseguidos tras décadas de gestiones, reclamos e, incluso, medidas de hecho.
Por tanto, los temas relacionados con el agua en Manabí deben manejarse con tino y transparencia. Si la Empresa Pública del Agua va a realizar un mantenimiento importante, lo mínimo que debe hacer es comunicarlo a la ciudadanía.
“El manejo de los recursos hídricos debería hacerse desde un organismo propio”.
Además, las decisiones sobre el agua de Manabí se toman desde Guayaquil, cuando esto debería hacerse en Manabí, por un ente como fue el CRM, o por el GAD provincial. No tiene ningún sentido que un recurso tan preciado se maneje desde fuera.
Los representantes manabitas, desde la Asamblea y desde los GAD, deberían poner en la agenda de discusiones la descentralización del manejo del agua en la provincia.
Editorial de El Diario publicado este sábado 7 de agosto del 2021 en nuestra edición impresa.