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El anuncio del Gobierno sobre la reducción del impuesto a la salida de divisas (ISD) para las materias primas industriales es, en apariencia, una propuesta favorable para los sectores productivos.

Sin embargo, en el fondo, esta medida resulta insuficiente y puede generar más problemas que soluciones.

Durante los tres primeros meses del próximo año, la tarifa del ISD estará en el 0 % para las materias primas importadas por el sector industrial. Pero en abril subirá al 2,5 %.

Lo preocupante es que, a partir de enero, el valor que a pagar por ISD ya no será considerado crédito tributario.

“Se debe priorizar acciones que impulsen la productividad y no la dificulten”.

Esto implica que, en lugar de ser un mecanismo neutral para las finanzas de los productores, se convierte en un costo directo, que termina encareciendo la producción nacional.

Si el objetivo es fortalecer la economía, el Gobierno debería plantearse la eliminación definitiva del ISD para todas las importaciones. Pues, estos costos incidente en el precio final de los productos.

El ISD, tal como está planteado, grava injustamente a quienes apuestan por producir en el país. Se debe priorizar acciones que impulsen la productividad y no la dificulten.

Editorial de El DiarioPublicado el 29 de noviembre del 2024 en nuestra edición impresa.