En marzo, cuando en Ecuador había 500 casos de coronavirus, la mayoría de personas se quedaban en casa, y si salían lo hacían con medidas extremas de bioseguridad.
En octubre, cuando hay más de 145 mil casos de contagios confirmados y miles de enfermos sin síntomas en las calles, muchos salen y entran de sus casas sin ninguna medida de bioseguridad.
En las últimas dos semanas los casos han comenzado a aparecer nuevamente. Y justamente es porque muchas personas no están tomando las cosas en serio. Hacen cumpleaños, van a fiestas, se reúnen entre familias, no usan mascarillas, no guardan la distancia y ya no usan ni alcohol.
Las autoridades no pueden estar detrás de cada persona. Esto depende de cada uno de nosotros. Si enfermamos a nuestros familiares es culpa nuestra.
Muchos países han logrado controlar los rebrotes de covid-19 con disciplina. Esa palabra es clave para evitar más tragedia en nuestras propias familias.