Una parte de los problemas de generación y distribución de la energía eléctrica se basa en la comercialización, tan deficiente como inequitativa, por eso se requiere eficiencia en las empresas eléctricas.
Es deficiente porque tiene elevados niveles de pérdidas debido a los problemas de la red y al robo de energía.
Las llamadas pérdidas negras son un problema que no han podido solucionar por décadas.
Eso a pesar de los frecuentes anuncios de planes y del uso de instrumentos tecnológicos de medición y control, no se llega a la eficiencia en las empresas eléctricas.
Es inequitativa porque traslada a los clientes que sí pagan el costo de los que no cancelan el uso del servicio.
Además, otorga incentivos para quienes consumen menos, pero castiga a quienes usan el servicio por encima de los rangos determinados.
“Si el retorno de la inversión no es adecuado, no habrá cómo invertir en ampliaciones o mejoras”.
Es necesario volver eficientes los sistemas de comercialización de la electricidad en el país.
Siendo un monopolio, el servicio de energía eléctrica debería ser un negocio boyante, pero el Estado ha demostrado ser un pésimo administrador de los recursos.
Esta ineficiencia se traslada a campos estratégicos como la generación y la transmisión de la energía.
Si el retorno de la inversión, vía recaudaciones, no tiene los niveles adecuados, no habrá cómo volver a invertir en aumentos o mejoras, con lo que los servicios se deterioran y se pierde la capacidad de prever contingencias.
Se requiere eficiencia en las empresas eléctricas.
Editorial de El Diario publicado el miércoles 17 de julio del 2024 en nuestra edición impresa.