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Cada 1 de noviembre se conmemora el Día de Todos los Santos, una celebración de la Iglesia católica que busca resaltar la figura de esas personas que fueron elevadas a los altares por realizar milagros a personas que pidieron interceder por ellos, eso sí luego de que se realizase una exhaustiva investigación por parte del Vaticano.

Los santos son considerados intermediarios ante Dios para quienes somos creyentes. Hay gente que les tiene mucha fe y se encomiendan a estos según sus necesidades o peticiones. Otros realizan penitencias o mandas al pedir un deseo.
Hay santos más reconocidos que otros. Tres de estos son ecuatorianos: santa Marianita de Jesús (Quito 1618-1645), santa Narcisa de Jesús (Nobol 1832-Lima 1869) y san Francisco Febres Cordero, más conocido como el Hermano Miguel (Cuenca 1854- Premiá del Mar-España 1910). Todos mostraron su vocación religiosa desde que eran muy jóvenes. 
El primer santo canonizado por un papa, Juan XV, quien emitió formalmente el primer decreto de canonización en el año 993 fue san Ulrico (Ulderico de los Condes de Dillingen), que era un obispo de la diócesis de Ausburgo. Se estima que actualmente existen unos 10 mil santos canonizados oficialmente por la Iglesia católica.
Muchos de estos santos, antes de llegar a los altares, fueron hombres y mujeres que ejercieron diversos trabajos como militares, es el caso de san Ignacio de Loyola, fundador de la Congregación Jesuita; san Francisco de Asís, san Sebastián, san Jorge, santa Juana de Arco (patrona de Francia) y otros.
Vale comentarles que hay santos con más devotos y más populares que otros. Por ejemplo, san Martín de Porres (patrón de los barberos, barrenderos, enfermeros, etc.), san Juan Bautista, san Francisco de Asís, san Judas Tadeo (conocido como el santo de las causas imposibles), san Ramón Nonato (patrono de las embarazadas) por mencionar algunos. 
Hace poco fue beatificado Carlo Acutis, joven italiano que falleció en 2006, a quien se le atribuye la curación -de una enfermedad terminal- a un niño brasileño; él podría convertirse en el primer santo millennial en caso de comprobarse otros milagros.
Mucha gente me ha comentado que cree en Dios y no rinden culto a los santos, otros en cambio tienen veneración a estos que les han conferido milagros. Ambos criterios respetables y decisiones personales.
El padre Richard García me recordó que a los santos se les rinde culto o se los venera; al igual que a la Virgen María, ya que al único que se adora es a Dios; y esto a veces es el tema de conversaciones entre personas que tienen diferentes creencias. Pienso que cada quien debe estar con lo que se sienta bien y no tratar de imponer criterios. Respeto se llama. 
Hay historias de estas personas que sin duda resultan increíbles.
 
Andrea Limongi Santos 
@AndreaLimongiS