El severo daño que sufrió el puente ubicado en el recinto Quimís, en la vía Montecristi-Jipijapa-Guayas, demanda una investigación de las causas que han desencadenado en este problema.

Por lo menos, el estado del puente debió haber sido evaluado en dos ocasiones: durante la reconstrucción de la vía, contratada en el año 2009, en el gobierno de Rafael Correa; y en la segunda reconstrucción, después del terremoto, en el gobierno de Lenín Moreno.

Lo que ocurrió ayer no es producto de la casualidad. No es posible que recursos viales como ese, que son parte de una estratégica vía de comunicación, se deterioren y no haya un sistema que alerte del riesgo que representan; o si lo hay, que no se pasen por alto los avisos.

“El Gobierno debe pedir informes a sus propios organismos y determinar responsabilidades”.

El Ministerio de Transporte y Obras Públicas debe empezar, ahora, a reconstruir el puente, pues enfrenta una verdadera emergencia vial. El proyecto que reposa en manos del organismo de reconstrucción debe aplicarse pronto.

El Gobierno debe pedir informes a sus propios organismos y determinar quiénes y en qué grado tienen responsabilidad, al menos para que haya un precedente.

Editorial de El Diario publicado este viernes 15 de octubre del 2021 en nuestra edición impresa.