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Cuando el mes de diciembre está cerca de comenzar, varios municipios del país han anunciado medidas de ahorro de energía eléctrica en la tradicional decoración navideña de espacios públicos.

Esta iniciativa es plausible, en vista de las condiciones críticas que enfrenta el país en el plano energético.

El prolongado estiaje en las cuencas que alimentan a las centrales hidroeléctricas y la falta de mantenimiento del sistema termoeléctrico le han pasado al país una factura demasiado alta.

No solamente por las pérdidas que representa para el sector productivo sino también por las consecuencias sociales y económicas en toda la población.

Diciembre es un mes que se caracteriza por el dispendio de energía por efecto de la instalación de luces y dispositivos ornamentales que dan vistosidad por las fiestas de Navidad y fin de año.

“Ahorrar energía debe ser una premisa para todos”.

Por ello, que algunos municipios del país hayan dispuesto austeridad en el uso de la energía en la decoración navideña es rescatable. Y, debería ser aplicado, también, por otras entidades públicas y en el ámbito privado.

A pesar de que desde el Gobierno se ha prometido que no habrá apagones en diciembre, no se pueden forzar los sistemas de suministro eléctrico. El ahorro de energía debe ser una premisa para todos.

Editorial de El DiarioPublicado el 28 de noviembre del 2024 en nuestra edición impresa.