El Gobierno de México ha otorgado estatus de refugiado a Walter Solís, exministro ecuatoriano de Transporte y Obras Públicas, durante el mandato de Rafael Correa, quien enfrenta cargos por presunción de peculado en los casos Senagua, Sobornos y Reconstrucción de Manabí.
En los dos primeros procesos tiene sentencias previas que no se han cumplido porque él permanece como refugiado en ese país.
Otros políticos ecuatorianos también tienen condición de refugiados y asilados políticos, todos miembros de la Revolución Ciudadana. Ellos se acogieron a esas figuras humanitarias para escapar de la Justicia ecuatoriana.
“Los protectores son gobernantes de la misma tendencia política”.
Lamentablemente, México se está burlando de la Justicia ecuatoriana al dar mal uso a los recursos de asilo y refugio, cuando, en realidad, no se trata de persecución política sino de decisiones judiciales.
Y los protectores son gobernantes de la misma tendencia política de quienes dicen ser perseguidos.
Un conflicto de este tipo desencadenó en los problemas diplomáticos, aún no superados, entre los gobiernos de ambos países tras la concesión de un asilo político al exvicepresidente Jorge Glas, quien permanecía en la Embajada de México en Quito.
Para evitar su huida, el Gobierno ecuatoriano ingresó en la legación extranjera.
En algún momento, esta situación tendrá que terminar. Es de esperar que para entonces impere la justicia.
Editorial de El Diario: Publicado el 23 de noviembre del 2024 en nuestra edición impresa.