Manabí enfrenta una realidad crítica en su relación con el agua.
La sequía que hoy afecta al país, y amenaza con ser recurrente debido al cambio climático. Es solo un recordatorio de lo que está en juego.
Más allá de las coyunturas, la provincia debe insistir en lo fundamental: la autonomía en la gestión hídrica y los recursos necesarios para completar el Plan de Desarrollo de los Recursos Hídricos de Manabí (Phima).
Aunque existe un proyecto de ley para otorgar autonomía parcial a la oficina de Senagua en Manabí, carece de un presupuesto específico.
“La crisis se repetirá si no se toman medidas urgentes”.
Esto, además de insuficiente, ignora la urgencia de fortalecer la capacidad de la provincia para enfrentar tanto las sequías prolongadas como las inundaciones desastrosas, agravadas por el calentamiento global.
Manabí ha perdido demasiado tiempo desde que el gobierno de Rafael Correa eliminó la CRM, dejando a la provincia sin herramientas propias para gestionar un recurso vital.
La actual crisis hídrica, visible en los apagones, es un aviso de lo que se repetirá si no se toman decisiones firmes ahora.
El agua para Manabí es fundamental. De ella dependen la supervivencia humana y las actividades productivas. Por eso, hay que exigir y, si es necesario, volver a levantarse como se hizo hace 62 años.
Las autoridades y representantes cívicos de la provincia de Manabí tienen en sus manos las gestiones para conseguir este objetivo.
Editorial de El Diario: Publicado el 30 de noviembre del 2024 en nuestra edición impresa.