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El mundo está frente a un serio desafío en materia energética y Ecuador no puede quedarse atrás.

La creciente demanda de electricidad en todo el orbe, impulsada por el aumento de los autos eléctricos, las criptomonedas y la inteligencia artificial, plantea desafíos sin precedentes.

Estados Unidos ya prevé duplicar su capacidad energética en los próximos 20 años para enfrentar este reto. Entonces, cabe preguntarse qué se vislumbra en Ecuador.

El país atraviesa una severa crisis de energía que no solo limita el desarrollo actual, sino que pone en riesgo la competitividad futura.

“Ecuador necesita un plan energético estratégico, de largo plazo”.

La matriz energética diseñada durante el gobierno de Rafael Correa requiere una actualización urgente, que se alinee con los avances tecnológicos y el aumento de la demanda.

Para este desafío no es suficiente con resolver apagones ni instalar equipos.

Ecuador necesita un plan energético estratégico, de largo plazo, que contemple fuentes renovables, infraestructura moderna y un marco regulatorio atractivo para la inversión.

Un sistema energético adecuado, renovado, sostenible, no solo garantizará el suministro eléctrico, sino que también será la base para el crecimiento económico, la innovación tecnológica y la competitividad.

Editorial de El DiarioPublicado el 20 de noviembre del 2024 en nuestra edición impresa.