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La Asamblea Nacional acaba de aprobar la Ley Orgánica de la Función Legislativa que, entre otras disposiciones, sanciona el llamado “transfuguismo” político, conocido también como “camisetazos”.

En lo formal, esta ley pretende castigar con hasta 90 días de suspensión sin sueldo a los legisladores que voten en contra de la postura de su bancada. Salvo que hayan expresado previamente su desacuerdo.

Es posible que los asambleístas que aprobaron esta norma lo hayan hecho con la intención de combatir la llamada “compra de conciencias” o “camisetazos”.

“La Asamblea debe enfocarse en resolver los problemas que afectan a la sociedad”.

Sin embargo, es fundamental recordar que los legisladores no solo responden a la línea política de sus bloques. Sino también a las necesidades y expectativas de los ciudadanos que los eligieron y en no pocas ocasiones ambos puntos de vista pueden diferir.

No se debe coartar la libertad de conciencia y pensamiento, imponiendo camisas de fuerza que obliguen a los legisladores a acatar disposiciones partidistas sin los intereses de sus representados

Tal medida resulta antidemocrática, pues limita el debate y el disenso, pilares esenciales de una democracia saludable.

Es de esperar que el Ejecutivo vete este proyecto y que la Asamblea se enfoque en resolver los problemas que verdaderamente afectan a la sociedad.

Editorial de El DiarioPublicado el 15 de diciembre del 2024 en nuestra edición impresa.