La reciente matanza en la Penitenciaría del Litoral, que dejó 17 muertos, debe ser investigada a fondo, para identificar tanto a los perpetradores como a quienes propiciaron que se diera este hecho violento.
Es evidente que no solamente hay responsabilidad en los reos que participaron en la masacre, sino también en quienes la ordenaron desde dentro y fuera de la cárcel, así como de los funcionarios que permitieron el ingreso de armas.
Si en verdad el Gobierno, a través de sus instituciones armadas, tuviera el control dentro y fuera de los recintos penitenciarios, esto no habría ocurrido.
Y si no es posible controlar a reos que permanecen encerrados en una cárcel, menos se puede hacer con los delincuentes que están en libertad.
“Se deben redefinir las líneas de intervención en los llamados centros de rehabilitación”.
Mientras se investiga, se deben redefinir las líneas de intervención en los llamados centros de rehabilitación pues, por lo visto, siguen siendo reductos de criminalidad.
En ellos no solamente ingresan armas sino también drogas, celulares y otros objetos de tenencia prohibida en las cárceles. Si no se aplican formas severas de intervención, la rehabilitación de los reos seguirá siendo una quimera.
Editorial de El Diario: Publicado el 14 de noviembre del 2024 en nuestra edición impresa.